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GILLES VILLENEUVE, ASÍ NACÍA UNA ESTRELLA

18/02/2022. Este año se cumplirán 45 desde que la F1 tuvo una de las apariciones más fulgurantes de su historia: debutaba en el GP de Inglaterra un ignoto canadiense que no necesitó ganar títulos, ni demasiadas carreras, para convertir su inigualable manejo “siempre al límite” en la mejor tarjeta de presentación para transformarse en mito...

Apenas se había oído hablar de Gilles Villeneuve a nivel internacional cuando McLaren lo anotó con un tercer auto para el GP de Gran Bretaña de 1977. “¿Quién?” fue la primera reflexión, incluso entre los conocedores, cuando su nombre apareció en la lista.

Pero el desconocimiento había tenido señales...

Los seguidores cercanos de las carreras de monoplazas en Norteamérica ya lo conocían. Por eso ni siquiera se sorprendieron cuando, a fines de 1976, en una prueba de Fórmula Atlantic en Trois Rivieres, en su natal Canadá, Villeneuve batió a los “ilustres invitados” del otro lado del Atlántico, James Hunt –a punto de coronarse campeón mundial-, Vittorio Brambilla y Alan Jones (quien sería campeón mundial en 1980). Un triunfo que sólo llamó la atención, aunque no creó gran expectativa: este era “su” territorio, la pista en la que el ex campeón  de skidoo había forjado su reputación local en autos y, además, en la especialidad donde se había coronado campeón justo ese año.

Pero hubo otras señales...

Este fue un evento de final de temporada, fuera del campeonato y por invitación, para subir el nivel de la F.Atlantic en Norteamérica, y contó con un presupuesto que permitió hasta invitar a pilotos de F1 elegidos, por ejemplo, Hunt recibió un cheque por u$s 10.000 y aunque no se supo cuánto recibieron Jones y Brambilla, lo cierto es que los patrocinantes de Villeneuve tuvieron que pagar su butaca!

Aunque lo hicieron casi gustosos: había ganado ocho de las 12 carreras de ese año en EE.UU. y Canadá, contra una competencia bastante dura, incluidos Bobby Rahal y Price Cobb.

Pero, al margen de estos detalles y de su victoria, lo que destacó a Villeneuve fue el estilo sensacional que mostró a partir de un increíble control del auto. Los organizadores de la carrera le habían asignado a Hunt un auto en el mismo equipo Ecurie Canadá donde estaba Villeneuve. Se le entregó un chasis nuevo, pero lo que más sorprendió a Hunt fueron los rápidos tiempos de Villeneuve con respecto a los suyos.

Pero lo más sorprendente fue que el canadiense, de hecho, tenía un serio problema de manejo debido a que su chasis estaba torcido por un golpe anterior (cuando más tarde probó el auto más nuevo de Hunt, todavía fue mucho más rápido). No obstante el chasis revirado, Villeneuve logró la pole por 4/10, fue más de 8/10 más rápido que Hunt y al otro día, ganó la carrera dejando a Jones segundo y Hunt tercero.

Tan impresionado quedó el británico que le sugirió a Teddy Mayer, su jefe de equipo en McLaren, que deberían tener en cuenta a este pequeño y divertido canadiense, por más que sus óptimos antecedentes no se correspondían con los de los aspirantes a sentarse en un F1.

Pero la forma y el estilo de Villeneuve habían dejado su marca...

A principios de 1977, retomó su puesto en F.Atlantic, y también aceptó una oferta para reemplazar a  Chris Amon , que se retiraba y pasaba a dirigir el equipo Wolf de Can-Am.




Y las señales continuaron...

El neocelandés se convirtió en un fan de Villeneuve tan grande como Hunt. “Es uno de los pilotos más rápidos que he visto. Solo hubo uno que tenía el control del auto que tiene Villeneuve, un tipo que siempre sabía dónde estaba en el auto sin importar nada. Ese fue Jimmy Clark”, se sorprendía Amon. Y decía eso de un piloto que no sólo nunca había manejado un auto con la potencia de un F1, sino que nunca se había aventurado a salir de Norteamérica!

Después de consultar con John Hogan de Marlboro, quien también había impulsado la campaña de Hunt, Teddy Mayer alistó un McLaren M23 para Villeneuve en  Silverstone, que se sumó a los nuevos M26 regulares del equipo para Hunt y  Jochen Mass.

Esto implicó una sesión de prueba general en la semana anterior a la carrera junto con la participación del canadiense en la preclasificación el jueves. Esas fueron las únicas oportunidades que Villeneuve tuvo para aprender, tanto sobre la F1 como sobre el circuito, uno de los más rápidos de F1 en ese momento. La conducción de Villeneuve en esa sesión de prueba se convirtió en leyenda, a fuerza de trompos y récords!!!

Fue la primera vez que el mundo de la F1 pudo ver la técnica de Villeneuve de "buscar el límite superándolo", totalmente al revés de lo que se había intentado, y se sigue haciendo, hasta el momento. Con márgenes de tiempo muy acotados por la sucesión de ensayos y el escenario desconocido, llegaron los trompos, siempre sobre el asfalto –ya habría tiempo para otros más espectaculares-, y siempre volvió a boxes con el auto sin un rayón y con los récords en el bolsillo!!!

Y, finalmente, las señales se hicieron realidad...

Pasó la preclasificación como el más rápido, aunque eso podría haberse esperado con un McLaren que, aunque era un modelo anterior, también era un auto oficial contra, principalmente, varios F1 privados. Fue en la clasificación donde causó sensación.

Puso al obsoleto M23 en el 9º lugar, a 8/10  de la pole de Hunt (en un trazado de casi 80 segundos para la vuelta y a más de 210 km/h) pero fue más rápido que Mass con el otro M26, los Tyrrell de Ronnie Peterson y  Patrick Depailler, el Shadow de Jones, la Ferrari de Carlos Reutemann  y  el  Ligier de Jacques Laffite , entre otros.

En la carrera fue aún más impresionante. Venía en el cuarto lugar cuando notó que la temperatura del agua subía. Entró a boxes, para no destruir el motor. Se descubrió que no era más que un indicador defectuoso, pero hasta que se comprobó, se convirtió en una parada larga y volvió a pista luego de estar detenido durante casi dos vueltas.

Dejó pasara que quienes luchaban por el triunfo, Watson, Lauda  y Hunt, y luego “simplemente” los siguió, aparentemente manteniendo su ritmo con facilidad. Su 11º puesto final no fue de ninguna manera representativo de su excepcional trabajo. Por méritos propios habría terminado por lo menos 4º y su mejor vuelta fue la 5ª más rápida de la carrera, y todo logrado en el día de su debut en F1 y sobre un F1 obsoleto y superado!!!

Pero fiel a su estilo, también abajo del auto mostraba de qué estaba hecho. Complacido a pesar de perder un sensacional resultado, reflexionaba,  “si hubiera ignorado el indicador y el motor explotaba, me hubiesen visto como un principiante tonto que no prestaba atención a las advertencias. No quería eso, así que entré a pits... después de que volví a salir, estaba manejando a mi propio ritmo, pero me di cuenta de que los estaba siguiendo. Me dije a mí mismo, 'ese es Scheckter, aquel es Andretti y puedo seguirles sin dificultad'”.

No hizo falta esperar ninguna señal más, ahora todos sabían quién era Gilles Villeneuve...

Mirando en la televisión en Italia, un anciano de pelo blanco y buen porte –que, casualmente, hoy hubiese cumplido 124 años!!- estaba emocionado por lo que había visto, él también comenzaba a conocerlo...

Fuente: Mark Hughes

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