Verstappen fue declarado ganador en Spa después de que los F1 completaran tan solo dos vueltas detrás del auto de seguridad debido a la fuerte lluvia que, con intermitencias, se mantuvo desde el horario de largada (10:00 de Argentina).

Las autoridades de la prueba se involucraron en semejante desatino para asegurar que la carrera pudiera ser declarada “oficial” y se pudiera emitir una “clasificación”, otorgando la mitad de los puntos de una carrera normal al superar el umbral de dos vueltas completadas.

De esto resultó que el GP belga 2021 -con 3m27s "disputados"- fue la carrera más corta en la historia de la F1 en la que se declaró un resultado!!

El orden establecido en la clasificación de ayer fue el que se conservó y Verstappen lideró el lote durante las dos vueltas oficiales detrás del SC, y luego subió al podio escoltado por George Russell y Lewis Hamilton en segundo y tercer lugar, respectivamente.

El “ganador” fue el único piloto que pidió, a través de la radio del equipo, que la carrera comenzara después de que se completaron las vueltas de formación originales detrás del SC, antes de que la creciente intensidad de la lluvia llevara a una “bandera roja” que duró más de tres horas.

"Fué una gran lástima no hacer vueltas de carrera, pero la pista estaba muy complicada. En la partida inicial creí que las condiciones del asfalto eran decentes, a pesar que la visibilidad era muy baja. Así que creo que si hubiéramos comenzado entonces, hubiésemos tenido más posibilidades. Sin embargo, después de ese momento, comenzó a llover más sin detenerse... Vale como una victoria, pero no la forma en que quieres ganar. Creo que los únicos ganadores fueron los fanáticos que soportaron todo esto en el circuito, el mérito es todo de ellos...”

El resultado marcó la sexta victoria de Verstappen de la temporada 2021, con lo que recortó la ventaja respecto a  su rival por el título, Hamilton, en tres puntos a partir de los 12,5 puntos que se le adjudicaron (“nunca nadie recibió tantos puntos por haber transpirado tan poco!!”, dijo un veterano comentarista...).

Vergonzosa definición del GP belga que, amparada por su reglamento, hizo que la F1 escribiera hoy una de sus páginas más negras.

Un fraude inimaginable que se gestó luego de una dilación de más de tres horas, con gran parte de los fanáticos de la especialidad expectantes respecto al destino de la prueba y que, finalmente, fueron traicionados por una especialidad que debería ser un ejemplo de profesionalismo y deportividad.

Todo rematado a través de una pantomima de carrera con un final consecuente, a través de un podio con himnos, trofeos, champán y el cotillón propio de una prueba normal!!

Una gran farsa que tampoco le hizo honor a un trazado mítico, en el año de su centenario, que fue testigo de grandes momentos del deporte-motor que hoy brillaron por su ausencia.

Sumatoria que, más allá de su inclinación hacia las redes sociales y otros medios de comunicación, con intención de ganar un público cada vez más tentado por otro tipo de manifestaciones, le hizo perder a la F1 algo de lo que supo tener, y derrochar, y que es cada vez más escaso en los tiempos que corren: PRESTIGIO...

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