La unión entre Ford y VW para la fabricación de vehículos comenzará a materializarse en 2023, cuando la primera ponga en marcha su ofensiva europea de vehículos eléctricos, con un crossover de producción local y regional ubicado por debajo del Mustang Mach-E, y que será el primer vehículo eléctrico construido en el Centro de Electrificación de Ford en Colonia, Alemania. Está previsto que se produzca, inicialmente, junto con el Fiesta supermini, que está programado para finalizar su ciclo de vida actual en 2024 o 2025.

El nuevo crossover será el primer Ford en utilizar la plataforma MEB EV del grupo VW, como parte de una asociación estratégica a largo plazo entre las dos compañías, que también prevé la fabricación de vehículos comerciales Ford para la marca alemana.

Específicamente, el nuevo Ford compartirá la mayor parte de sus fundamentos con el crossover ID 4 de VW, en lugar de hacerlo con el más acotado hatchback ID 3, para tratar de ampliar una línea que comprende distinta variedad de capacidades de batería, potencias y diseños de transmisión.

El crossover de Ford, que se presentará en la primera mitad de 2022 antes de su introducción en el mercado en 2023, adoptará una silueta de dos cuerpos de baja altura, similar a la de su pariente de VW construido en Zwickau. No obstante, propondrá un cambio significativo en su diseño derivado del buque insignia Mach-E, con paneles de carrocería más rectos y prominentes.

Según el CEO de Ford Europa, Stuart Rowley, aprovechará la herencia estadounidense de Ford como un punto de diferenciación entre ambas firmas que rivalizarán a través de esta silueta, lo que definirá el estilo del nuevo vehículo eléctrico.

“Ford es la única marca estadounidense en Europa ahora y esa es una situación única. Mucha gente se siente atraída por algunas de esas características y solo Ford puede traer productos como estos al mercado”, sentenció Rowley, avalado por los SUV Bronco y Explorer. Ford aún deberá confirmar si utilizará un nombre históricamente significativo para el nuevo modelo, como lo hizo con Puma, Mach-E y Bronco.

En términos de trenes motrices, el nuevo Ford está configurado para replicar las posibilidades del ID 4, al ofrecer  tracción trasera y en cuatro ruedas, con una potencia de salida que va desde más de 150 CV a unos 210 CV en el modelo estándar. La alineación podría luego ser coronada por un modelo deportivo de alrededor de 300 CV, posiblemente con la insignia GT, como la versión más poderosa del Mach-E.

Una batería de iones de litio de 52kWh proporcionará alrededor de 340 kilómetros de alcance como estándar y ofrecerá tasas de carga de hasta 100kW, mientras que la batería opcional de 77kWh extenderá su autonomía a más de 480 kilómetros y aumentará la capacidad de carga a 125kW.

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