Contundente gestión de Nasser Al-Attiyah en el raid de Qatar, el Sealine, prueba que lo tiene como abonado, tanto entre los participantes como entre los vencedores, año tras año.
En esta edición, la característica no cambió para el príncipe qatarí, a la cabeza de la escuadra X-raid, que se presentó con cuatro de sus Mini al tercer raid de la temporada luego del Dakar y el Desert Challenge de Abu Dhabi.
Pero más allá de la cómoda victoria de Al-Attiyah y el dominio Mini, hubo un grupo calificado que, si bien no estuvo a la altura del qatarí, mantuvo el interés de la lucha por el podio.

Vasilyev, finalmente segundo con otro Mini, Dabrowski (Toyota Hilux), llegó a tercero en el último tramo, Malysz (Toyota Hilux), el sorprendente Al-Rajhi, que cambió el Hummer por la Toyota con que ganó las dos primeras Baja del año (Rusia e Italia), el mismo Holowczyc (Mini) con buenos parciales, el brasileño Reinaldo Varela (otra Hilux), el único que ganó una etapa además de Al-Attiyah, Zapletal (Hummer H3), lo que se dice un buen segundo grupo como para protagonizar en cualquier prueba, aunque, obviamente, detrás del veloz qatarí que, hasta antes del último tramo, había ganado todos los parciales.

Buen antecedente para Al-Attiyah, navegado en la ocasión por Mattieu Baumel (se bajó Lucas Cruz, tentado para acompañar a Sainz con el Peugeot 2008 DKR) y lo propio para el equipo X-raid que comienza a trabajar para el Dakar 2015 en sintonía con uno de sus probables pilotos-líder, a partir de la presunta partida de Peterhansel hacia Peugeot y la necesidad de comenzar a ensayar nuevas soluciones en previsión del desafío que lanzará la marca francesa que, dicho sea de paso, lo enfrentará con una alternativa técnica absolutamente distinta a la propuesta Mini.

Por lo demás, lo dicho, mientras los citados pugnaban por los mejores lugares del podio, Al-Attiyah estiró paulatinamente su ventaja y se puso a cubierto de cualquier sorpresa con más de una hora 16 minutos de ventaja sobre Vasilyev y casi 1h37m sobre Dabrowski.
Muy distinto fue el trámite entre las Motos, donde cada etapa, cada tramo, cada metro de carrera se disputó arduamente durante las cinco etapas que tuvo la prueba.
Es cierto que el duelo tuvo como protagonistas principales a Barreda (Honda) y a Coma (KTM), pero no lo fue menos que, ocasionalmente, el veloz Sunderland (KTM), Viladoms (KTM), Rodrígues (Honda), Goncalves (Honda) y en algunos momentos Faría, rondaron la vanguardia, nunca separados por más de 5/7 minutos entre todos, a tal punto que, con los 300 y pico de kilómetros de la última etapa por delante, Coma lideraba con 41 segundos de ventaja sobre Barreda, 1m52s sobre Viladoms y con Goncalves a 2m09s.

Finalmente, en el último tramo, Barreda lanzó un furioso ataque que lo llevó a doblegar a Comá por 1m23s y con Rodrígues a 1m50s, logrando su primer triunfo con Honda en lo que promete ser una fructífera alianza.
Este resultado del Sealine de Qatar planteó también la gran lucha que, de ahora en más, habrá entre KTM y Honda, proponiendo también la incógnita de lo que sucederá con Yamaha a partir de la partida de Després, seducido por las cuatro ruedas y Peugeot.

Buenos antecedentes de ambas categorías, sobre todo, con el Rally de los Faraones retornando como prueba de prestigio al calendario para mediados de mes próximo, que será una nueva instancia para seguir preparando el Dakar que viene.
Especialmente, para Orly Terranova, quien confirmó su presencia en la prueba egipcia, una vez más, integrando el X-raid oficial con el Mini naranja con el que venciera en Marruecos 2013 y alcanzara el quinto lugar en el Dakar 2014.