RIVALES, LLUVIA, CHOQUES, DRAMA… NADA PUDO PARAR A LOS AUDI
15/06/2014. En una de las ediciones más emocionantes e inciertas de los últimos años, la proverbial estrategia, organización y confiabilidad de Audi fueron otra vez argumentos determinantes para que la marca lograra su 13ª victoria en La Sarthe con Fassler-Lotterer-Treluyer, encaramados por tercera ocasión en lo más alto del podio. Gené-di Grassi-Kristensen cerraron el contundente 1-2 de la marca a despecho de la performance superior de Toyota y de la amenaza de los retornados Porsche híbridos. Las ?24 Horas? demostraron una vez más que son, junto con el Dakar, el máximo desafío del automovilismo deportivo moderno. En LMP2, victoria de un Zytek con Dolan-Tincknell-Turvey (fue 5º en la general), en GTE Pro, ganó la Ferrari 458 Italia de Fisichella-Vilander-Bruni y en GTE Am, triunfo de Aston Martin y tercer lugar para el argentino Luis Perez Companc.
Un viejo dicho, surgido del propio equipo Porsche, cuando dominaba el Mundial Sport, allá por los 70, decía “…la receta para ganar en Le Mans es, comenzar a correr las 24 Horas con tres autos. Uno, para que choque o lo choquen, el otro, para que tenga problemas y el tercero, si es lo suficientemente rápido, seguro que ganará” y resulta curioso que la propia marca alemana no adoptara el esquema en su retorno a la gran carrera, como tampoco lo hizo Toyota, en su enésimo intento por doblegar a las 24 Horas y más candidato que nunca.
Sin embargo esto, que tiene un costado emparentado con las cábalas y hasta podría entrar en el terreno de las fabulaciones, de pronto, comenzó a tomar otra dimensión cuando, a la hora y media de carrera, el Toyota nº8 y el Audi nº3 formaron parte de una gran carambola que anuló las ambiciones del auto nipón y obligó a abandonar al alemán.
Poco antes, el Porsche nº14 penaba con problemas de combustible y llegaba a duras penas a boxes para perder mucho tiempo en la reparación.
Fuera por lo que fuera, el dicho comenzaba a tener sentido, mientras Toyota y Porsche se quedaban con solo un vehiculo en condiciones de ganar, Audi tenía dos…
En ese juego de estrategias, los acontecimientos determinaron que la máxima cobrara una vigencia inusitada.
Fue cuando el Toyota nº7 líder (Wurz-Sarrazin-Nakajima) se quedó tirado en medio del circuito con problemas eléctricos y, de pronto, la marca japonesa se quedaba sin nada a 10 horas del final, pero ahí no terminarían los golpes de escena y la vigencia del dicho…
Audi había heredado la punta y hasta un impensado 1-2 con Fassler-Treluyer-Lotterer en el nº2 y Gené-di Grassi-Kristensen en el nº1, con el Porsche nº20 (Bernhard-Webber-Hartley) tercero, pero a tres vueltas y reaparecía el Toyota nº8 (Davidson-Lapierre-Buemi), pero a 11 vueltas, sin embargo…
Los turbo comenzaron a darle problemas a los rendidores diesel V6 a 120º de los Audi: 23 minutos les llevó a los mecánicos reemplazar uno de los del nº2 y luego, 17 minutos para hacer lo propio con el nº1, lo que dejó, por segunda vez en su retorno a Le Mans, a un Porsche puntero, pero…
La furiosa remontada del Audi nº2, con record de vuelta incluido, forzó la marcha del Porsche líder y su motor no quiso más, volviendo a reordenar esta impensada y dramática edición 82ª de las 24 Horas de Le Mans con quien parece que, además de hacer todo lo necesario para poner en pista la mejor combinación de hombres sobre la tecnología más avanzada que existe en autos de competición en el mundo, se rige por la lógica que hace ya bastantes años esgrimió y aplicó la marca más ganadora en Le Mans, que hoy fue su rival, y que pareció haber perdido la memoria…
Finalmente, Fassler-Treluyer-Lotterer y su R18 e-tron quattro nº2 vencieron recorriendo 379 giros (casi 5.200 kilómetros) a más de 212 km/h de promedio y con la vuelta más veloz de la carrera a 242,200 km/h.
Segundo fue el Audi nº1 con Gené-di Grassi-Kristensen, a tres vueltas; tercero llegó el Toyota nº8 de Davidson-Lapierre-Buemi, a cinco vueltas y cuarto el Rebellion-Toyota nº12 de Prost-Heidfeld-Beche a 19 vueltas.
En LMP2 venció el trío Dolan-Tincknell-Turvey (Zytek-Nissan) recorriendo 356 giros; en GTE Pro, Fisichella-Bruni-Vilander (Ferrari 458 Italia) recorrieron 339 vueltas y en GTE Am, Aston Martin logró su primera victoria en la especialidad con el Vantage V8 nº95 a cargo de Poulsen-H.Hansson-Thiim que dieron 334 vueltas.