A veces los máximos alardes de destreza o inteligencia del hombre, quedan minimizados dramáticamente ante la fuerza y las circunstancias que propone la naturaleza. Un poco de atención basta para descubrirlo…
Como todo lo que significó, en las cercanías de la planta de Crewe, la caída de un viejo roble que, con 300 años a cuestas, decidió que era buen momento para descansar aquel otoño de 2007…

Emparentados con todo lo simbólico y natural que propone su entorno (cuatro robles de más de 20 metros de alto fueron trasladados por barco desde Crewe, Inglaterra, a Wolfsburgo, Alemania, para enmarcar la entrada al pabellón Bentley de Autostadt) los directivos de la marca inglesa, guardaron, casi hasta con primor, los restos de la noble madera “para una ocasión especial”.
Y llegó la hora en que la fibra de tan larga data reviviera para una circunstancia tan puntual como especial, los 95 años de la marca.

Entonces, junto con las llantas de nuevo diseño, una muy especial “B alada” sobre el capot, el estreno de los tonos Oxford White, Empire Red y Britannia Blue, el logo “95” bordado sobre el finísimo cuero blanco de los tapizados y el mismo V8 turbo de 500 y pico de CV de siempre, la madera de aquel roble, amorosamente tratada, comenzó a insertarse en el interior de solo 15 ejemplares de este tan especial Mulsanne para darle identidad original al homenaje…