Doble propósito el de Honda, que en Ginebra adelantó lo que será su auto del WTCC y que, como siempre cuando se trata de un concept, también es un buen globo de ensayo para censar el gusto de la gente.
Compulsa, esta última que, sin embargo, parecer más que definida ya que el citado Type R Concept, es casi un hecho que se convierta en la variante de calle más extrema del popular Civic.
Un vehículo que tiene un gran corazón: motor sobrealimentado, con inyección directa, con distribución variable y por encima de los 300 CV.

Como todo prototipo, no hay mucha información respecto a sus características técnicas, pero su exasperada propuesta adelanta, pilares con luces LED integrados al alerón y similar tecnología para los faros delanteros; abundancia de materiales sofisticados en plataforma y carrocería (carbono incluido), aleaciones aeronáuticas en llantas y discos de freno, etc.
Lo que se dice, una alternativa extrema que acerca hasta niveles insospechados esa propuesta tan particular que se manifiesta los fines de semana: “el auto con que corremos el domingo, es el mismo que se puede comprar el lunes en cualquier concesionaria”.