La singular denominación, en principio, confunde, ya que según sabemos, para Audi, la “g” es indicativa de gas y, con el acompañamiento de “–tron”, indicaría un híbrido que funciona con gas y electricidad, sin embargo, no es así y lo único que coincide es la presencia del fluido gaseoso como combustible para la alimentación.

Este A3 g-tron, está adaptado para consumir gas natural tanto como nafta sin plomo indistintamente y lo hace a partir de un nuevo motor 1.4 litros con inyección directa, que desarrolla 110 CV y según los datos que presenta Audi, consume 3,3 kilos de gas cada 100 kilómetros que, en términos de costo, significan solo 3,50 euros para recorrer dicha distancia.

Como elemento complementario, Audi brinda la posibilidad de adquirir una tarjeta bautizada e-gas fuel card que, por un costo de menos de 15 euros por mes, permite cargar gas natural en cualquiera de las más de 650 estaciones de servicio que hay en toda Alemania.

Después de mucho tiempo experimentando con distintas posibilidades de propulsión y de combustibles alternativos, finalmente, Audi comienza a poner en práctica algunas de las soluciones encontradas que, sin proponer nada definitivo, nos indican como se está trabajando en función de minimizar la contaminación y preveer el agotamiento de los combustibles derivados de restos fósiles.