Los vehículos eléctricos todavía están lejos de ser una alternativa concreta en todo el mundo, aunque tienen inquietos seguidores motivados por diferentes razones.
Apuntando a ese incipiente nicho, Nissan, inició hace cuatro años la comercialización del Leaf, hoy convertido en el campeón de los eléctricos en todo el mundo, aunque su reinado todavía tiene escenarios acotados.
En Noruega, a través de una sensible reducción de los impuestos y una conciencia ecológica muy desarrollada, el Leaf ha encontrado un marco ideal.
Otro tanto sucede en EE.UU, donde funciona más del 40% del total de los Leaf eléctricos fabricados.

Ambos mercados se proponían como plazas para la ansiada meta de los primeros 100.000 Leaf comercializados, sin embargo, fue Inglaterra donde se vendió la unidad que batió la marca.
Un marco integrado a los 35 países del mundo donde se comercializa el eléctrico de Nissan, pero que está lejos de las cifras que se barajan en el país escandinavo y cruzando el Atlántico.
Quizás sea este un punto de inflexión en el destino del modelo y su propulsión, a partir de su proliferación en escenarios que puedan acompañar la aceptación que tiene en los mercados citados.