¿EL AUTOMOVILISMO COMIENZA A DESPEDIRSE DEL CURVÓN SALOTTO…?

22/07/2025. El selectivo viraje no tiene cabida en la nueva alternativa lanzada ayer de un circuito que, sin demasiado carácter, se propone albergar a MotoGP desde 2027 y, en segunda instancia, volver a recibir a la F1. Su futuro aún no está claro, pero...
Confieso haber sentido cierta nostalgia al pensar en la probable despedida de un sector que le brinda una impronta inigualable al circuito perimetral del Gálvez en las dos versiones de trazado que propone (el nº12 donde corre el TC y el nº15 donde la F1 escribió sus mejores páginas). Curvón que, de acuerdo a como se transite, condiciona el resultado que se obtiene en toda la vuelta, calificando más que ningún otro sector entre los distintos circuitos del complejo del Gálvez.
Pero no me puedo quedar con la nostalgia ante la necesidad de hacer un gran cambio en el escenario porteño, que era lo que se imponía de acuerdo con el nivel de categorías que se pretenden traer. Cambio que es todavía más “sentido” cuando pensamos que, además, quedarían al margen lugares también emblemáticos como la “S” del Ciervo, los mixtos del Ombú y la hermosa bajada del Tobogán-Juan María Traverso, pero todo no se puede (el anuncio no entró en detalles respecto a la viabilidad de seguir utilizándolos). No me trago las palabras del siempre cuestionado Hermann Tilke (con su grupo, responsables de la nueva pista) al decir que “la curva Salotto no la vamos a incluir porque es demasiado peligrosa”, aunque le hubiese aceptado que cuestionara -únicamente- el Tobogán, cuya vía de escape es muy acotada…
Con el Curvón del Fondo, podría hasta desaparecer uno de los sectores con mayor predicamento de cualquier escenario del mundo y que cada vez están más condicionados. Allí donde hay que asumir mayores riesgos y donde el piloto “está más cerca de Dios”, como alguna vez deslizó Senna al abordar la temible L’Eau Rouge de Spa (hoy encasillada por salidas de escape pavimentadas a ambos lados que la hacen parecer a un gran y colorido “estacionamiento”). La fantástica 130R de Suzuka es otro caso, que pasó de ser una verdadera y calificadora exigencia, a convertirse en apenas un suspiro…

Pero estas disquisiciones no quiero que me aparten de lo calificador que siempre fue el Salotto. A tal punto que cuando me propuse revivir “En Primera Persona” el GP de Argentina 1975 al cumplirse 50 años (12/01/2025) el título fue la conclusión del propio Lole a Corsa, “Si No Perdía Esas 200 Vueltas A La Salida Del Curvón, La Carrera Estaba Ganada”. Recuerdo qué en una de las varias visitas del santafesino a la redacción, insistió mucho con lo que significaba tener el BT44 bien en Salotto porque: “desde la aproximación al inicio del curvón y hasta la salida a la recta de atrás, hay muchos metros, se pasa más tiempo que en cualquier otro sector y, además, muy rápido”. Sólo él podía decirlo –y hacerlo!- tan simple…
Probablemente, haber tenido el Autódromo de Buenos Aires como mi “segunda casa” me haya sensibilizado de una manera especial, puede ser, ya que además de haber estado en decenas de carreras de todo tipo, allí hice el test del Lamborghini Diablo, con Horacio Pagani como “navegante”!, el de la Ferrari F355 y tantos otros…

No me sorprendió en absoluto la propuesta del “nuevo Gálvez” (¿le cambiarán el nombre también?), me parece obvia y hasta mezquina en cuanto a deportividad se refiere (dijeron que las obras se inician en noviembre). Todo hace suponer que será uno de los tantos circuitos-tipo a través de los cuales se pretende seguir con el deporte motor sin asumir más riesgos que no sean los económico-financieros.
Sin que nadie me dijera nada, ni haberlo leído en otro lugar, tiré por ahí –creo que fue en exTwitter- que en MotoGP lo “establecido” es que el promedio de cualquier circuito no debería superar los 180 km/h y a juzgar por lo que ví de la nueva pista (alrededor de 4,3 kilómetros, 14 curvas y una máxima estimada de 320 km/h) creo que no le voy a errar por mucho…
Esto último quizás sea lo que más me “incomodó” (por decirlo de una forma civilizada), que 'nuestra carrera' sea una más de tantas, algo así como haber “bajado la vara” que siempre mantuvo tan alta el exigente y calificador Curvón Salotto, que ojalá pueda sostenerse…
ROD