De nada valió su éxito inicial, cuando se vendieron más de 100.000 unidades en apenas tres años, el pilar de la apuesta eléctrico de la marca es hoy un fiasco, que ha llevado a Porsche a anticipar decisiones extremas para el próximo año.

Porsche recortó la producción del Taycan y nada hace suponer que esta medida se revierta, en primera instancia, por el fuerte retroceso de los EV en Europa y, además, por la realidad del modelo, que hasta ha llevado a algunos a poner en “zona de peligro” un futuro que promete cualquier cosa menos en convertirse de nuevo en un éxito.

De esta forma, la meteórica trayectoria del Taycan, que pasó de “fenómeno inesperado” a “sorprendente desastre” en un tiempo increíblemente breve (pasaron poco más de seis años desde que se abrió la lista de reservas) se está apagando con la misma celeridad con la que se encendió.

El modelo cuyo éxito llevó a Porsche a solicitar mano de obra a otras marcas del grupo VW para satisfacer la demanda, hoy muestra un presente alarmante…

Los esfuerzos por reposicionarlo, entre otros casos, se advirtieron en su llegada con la última versión a la Argentina de hace menos de un mes. En la ocasión, el gerente general de la filial, Gustavo Gioia, lideró la pomposa bienvenida al manifestar, ‟en 2019 se presentó el Taycan y, desde entonces, se convirtió en uno de los vehículos eléctrico deportivo más populares del mundo. Cinco años después, Porsche invirtió fuertemente para mejorar aspectos de su performance”, mención que sonó francamente descolocada ante la realidad de la última etapa del modelo.

Los esfuerzos de la marca llegaron hasta implementar un operativo para periodistas en Europa bautizado como desafío “1.111 km Challenge”, una prueba en la que los medios de comunicación han podido disfrutar de un largo recorrido en el deportivo 100 % eléctrico, con paradas por recarga en cuatro Porsche Charging Lounges (durante el trayecto, estaba prohibido parar en estaciones que no fueran Porsche).

Como se advierte, la marca está tratando de impulsar el interés por el modelo de cualquier manera, desde su desembarco en un mercado que mira todavía con desdén a la impulsión eléctrica, hasta un megaoperativo con perspectivas poco menos que “épicas”. Sin embargo, todo sugiere que Porsche vivió durante un buen tiempo “una realidad paralela” que no augura nada bueno para el modelo.

Estos esfuerzos (demorados), que incluyeron una versión con más de 600 kilómetros de autonomía con carga completa, no están logrando levantar la demanda de un modelo al que ahora se le presenta un futuro muy complicado. Porsche decidió extender hasta 2025 la estrategia de producción limitada a un único turno al día, como se implementó desde el pasado mes de agosto, cuando se canceló el segundo turno de fabricación del Taycan.

Sin embargo, esto no asegura que esta misma línea de montaje se mantenga tal cual durante el próximo año, sino que Porsche confirmó que “realizará ajustes en el único turno disponible dependiendo de la situación del mercado”, y eso sólo puede significar una cosa, que la marca prevé distintos períodos de detenciones en la línea de montaje cuando se considere necesario.

Para colmo, la confirmación de que están en estudio versiones de combustión (PHEV) del Macan algo que, técnicamente, es imposible de lograr en el Taycan, ya que su plataforma J1 fue creada especialmente como berlina deportiva eléctrica y su eventual modificación no mejoraría el panorama. El modelo se encuentra en su etapa final, y la medida sería tan costosa como riesgosa por el tiempo que demandaría concretarlo, lo que agudiza todavía más un futuro  alarmante e incierto para el otrora brillante Taycan.

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