Toyota decidió traer el último restyling del SUV grande Land Cruiser Prado, aún a pesar de la espada de Damocles que significará de ahora en más y hasta que se aprueben, los impuestos internos a los autos en los próximos días.
Como decíamos, se trata de un restyling sobre la saga 2009-2012 del mismo modelo, se coloca por encima del popular SW4 y mantiene, como característica saliente, sus siete plazas con formato 2-3-2.
Recibió retoques estéticos externos que definen su personalidad, también se modernizó interiormente con apliques símil madera en panel, puertas y consola (versión VX) y propone de serie, siete airbags, controles de tracción y estabilidad, frenos con ABS, asistencia al ascenso y descenso en pendientes, iluminación con tecnología LED adelante y atrás, sistema de luces diurnas DRL-LED, faros antiniebla, las dos primeras filas con asientos calefaccionados, etc.

El detalle excluyente en el interior, es la presencia de una pantalla táctil de 7” que, en la versión VX, sirve como monitor para un sistema de visión 360º, a partir de cuatro cámaras ubicadas, en la parrilla, los espejos retrovisores externos y el portón trasero, que permiten dicha visualización.
Llega con el mismo motor naftero V6/4.0 litros de 275 CV y casi 39 kgm de torque, al cual va acoplada una caja A5 y tracción integral permanente.
Esta versión del Toyota Land Cruiser Prado, mantiene la garantía de tres años ó 100.000 kilómetros y en relación a los precios actuales (extraídos de la web de la marca y con vencimiento el próximo domingo 15), son: Land Cruiser Prado TXL, u$s 86.600; Land Cruiser Prado VX, u$s 94.900.