Lamborghini presentó recientemente el Revuelto, el sucesor híbrido plug-in del Aventador que se supone marcará el comienzo de una nueva era para la compañía de Sant'Agata Bolognese, con un impulso hacia la electrificación que, paralelamente, hace preguntar hacia dónde apunta esta “nueva filosofía” de la marca. 

En una entrevista reciente (con Auto Motor und Sport) el director técnico de Lamborghini, Rouven Mohr, trató de ampliar al respecto. El ejecutivo destacó que quería que los futuros autos de la marca fueran tan reconocibles como lo son ahora, no solo en términos de aspecto y estilo, sino también en su dinámica de conducción. “Incluso en la era eléctrica, necesitamos una propuesta técnica que se ajuste a la filosofía de origen y para diferenciarnos de otras marcas”, puntualizó Mohr.

Menudo desafío le espera. Por un lado el mantenimiento de esta dinámica emparentada con el espíritu y la dinámica deportiva de la marca, y por otro, con el objetivo –casi opuesto- de una reducción del 50% en las emisiones de la gama para 2025, para lo cual ya se están desarrollando los sucesores híbridos de Urus y Huracán.

Sin embargo, Mohr avanzó, “el problema del peso, también mencionado anteriormente, solo continuará afectando a los EV de batería en los próximos años. Por lo tanto, incorporar un motor V6 con sistema híbrido, simplemente, no se ajustaba en este caso, sobre todo, porque sería un quiebre para una imagen bien ganada”. Lamborghini siempre se caracterizó por sus V12 –le pesara, o no, la comparación a su fundador con Ferrari-, pero con el paso del tiempo, agregaron unidades V8 y V10 a sus modelos. Sin embargo, a pesar de los dinámicos vaivenes en la industria de los últimos tiempos, la marca continuó ofreciendo la configuración V12, aunque proponiendo como nivel mínimo o de entrada un V8, siempre y cuando, este produjera una potencia y características similares para sostener la dinámica deseada.

No obstante, cuando las condiciones aparecieron y la compañía inició la transición a la era de la electrificación con el Revuelto, en una verdadera "declaración de la marca", el motor que apareció combinándose con ese sistema híbrido fue un “tradicional” V12 con aspiración natural y no un V6 biturbo similar a los que ahora aparecen en otros superdeportivos, como la Ferrari 296 o el McLaren Artura.

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