La marca anunció la salida “por la puerta de atrás” del Fiesta, programada para mediados de 2023. Decisión que dejará un importante vacío en el mercado de los utilitarios chicos, donde la marca americana siempre estuvo  representada. Ahora, Ford se enfrenta a un nuevo futuro en esta competitiva categoría del mercado europeo, que intentará reemplazar con el crossover Puma.

Precisamente, el Fiesta, que supo ser un “superventas” en sus buenos tiempos, ha ido perdiendo  protagonismo en el mercado europeo en los últimos meses, especialmente frente a las elevadas cifras del Puma, crossover que llegó con un diseño más atractivo que cautivó a los clientes desde su lanzamiento, alcanzando los puestos más altos de los rankings de ventas en varios mercados europeos. El Fiesta solo pudo encaramarse en los primeros puestos en Holanda, uno de sus mejores mercados históricos.

Lo cierto es que el final del Fiesta no es una sorpresa, ya que carrocería de 3P había abandonado el mercado antes de mediados del año pasado (abril), dejando solamente la variante más práctica, así como las versiones especiales del Fiesta Active y el más deportivo Fiesta ST.

Ambos modelos se fabrican actualmente en la planta de la marca en Colonia, Alemania, y seguirán en línea de montaje hasta el segundo semestre del año próximo, cuando el final de la producción del Fiesta sea también el primer paso hacia el cese de la producción de motores térmicos en una de las plantas más importantes de la marca fuera de su país de origen. Los reconocidos motores Ecoboost IL3/1.0 litros, turbo, que impulsan al Fiesta, continuarán siendo fabricados en la planta de Craiova, en Rumania.

El Ford Fiesta original se lanzó en 1976 y, desde entonces, se han entregado más de 18 millones de unidades globalmente. Fue producido en al menos 13 países, incluidos Reino Unido, España, Sudáfrica, México y Brasil.

En Argentina, el modelo estuvo presente desde la 3ª generación y la última fue conocida como KD (Kinetic Design) que llegó originalmente de México y luego sumó variantes de Brasil, país donde el Fiesta recibió un último rediseño en 2017 que perduró hasta cuándo la marca anunció el cierre de sus plantas en el país vecino.

El Fiesta es uno de esos modelos difíciles de reemplazar a corto plazo, respuesta que podría haberse hecho presente antes del ya confirmado Puma E que recién llegará en 2024. Un largo paréntesis que Ford podría haber aprovechado con una versión 100% eléctrica del Fiesta, como sucedió con algunos de sus rivales que decidieron ofrecer esta alternativa. Lo cual también podría haber mantenido vigente el nombre comercial de este modelo, lo que no se descarta que Ford lo haga en un futuro más o menos mediato.

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