La historia cuenta que a fines de los ’50, los “garajistas ingleses”, que supieron darle impulso a la F1 de aquellos tiempos, introdujeron los primeros monoplazas con el motor ubicado en la parte trasera del auto, a diferencia de todo lo que se había hecho hasta ese momento. Las ventajas eran evidentes: aerodinámicas, grupo motor-caja-diferencial más compacto, otra distribución de pesos, etc, etc. Sin embargo, esto provocó que cuando se le preguntó a Enzo Ferrari que pensaba de esto y si sus F1 seguirían el mismo rumbo de los “garajistas”, esbozó un tan soberbio como socarrón comentario: “¿motor atrás? No ¿Quién ha visto a los caballos empujar al carro?!!”. El tiempo, sin embargo, hizo que, luego de dos años de títulos logrados por pilotos y autos con motor atrás, el viejo Drake, en silencio, aceptara el cambio y, en 1960, presentara su primer F1 con motor trasero...

La singular historia revive ahora con el lanzamiento del Ferrari Purosangue, el primer SUV en la historia de la marca que, seguramente, de estar vivo y vigente, Enzo Ferrari, no hubiera aceptado de manera tan natural...  

A lo largo de su ilustre historia, Ferrari ha construido autos deportivos con configuraciones muy diferentes. Hubo cuatro plazas con motor delantero V12, dos plazas con motor central V8 e incluso “aberraciones” más recientes que, directamente, hubiesen espantado al Comendatore y que incluyen, un tracción total y un híbrido con un V6 que, para colmo, ni siquiera responde al nombre de “Dino”, aquel destinado a bautizar a todos los V6 de Ferrari en homenaje al fallecido hijo de Don Enzo.

Este fue el panorama de la marca ante la llegada del Purosangue 2023, no sólo el primer Ferrari de este tipo, sino el vehículo que marca el ingreso largamente esperado de la compañía al inevitable segmento de los SUV de ultra lujo. Segmento que recibe de esta manera al único modelo impulsado por un motor V12 con aspiración natural que, casi como “complaciendo” al viejo creador de la marca  “tira del carro” desde adelante ubicado inmediatamente atrás del eje delantero.

Sin embargo, en los 6.5 litros de los 12 cilindros “en V” con 715 CV a 8.250 rpm, se agotan todos los guiños que pudieron hacer las delicias de Don Enzo...Ya que además de una plataforma sobre-elevada respecto al piso, la tracción integral y una silueta poco habitual, el Purosangue propone cuatro plazas, con puertas traseras tipo “suicide door” con bisagras traseras para las traseras –valga la redundancia- para favorecer el acceso al sector posterior.

A Ferrari no le gusta llamarlo SUV, sino que se refiere a este nuevo modelo como una extensión de su línea de autos deportivos con un nueva silueta destinada a mejorar la versatilidad y la comodidad. Para enfatizar que es “una Ferrari como cualquiera otra”, el nombre en clave del proyecto, Purosangue (término que refiere, especialmente, a los caballos “purasangre” y, sobre todo, de carrera), se mantiene para el modelo de producción.

También asegura su lugar en el linaje de Ferrari el hecho de que, en principio, estará disponible con un solo tren motriz, el V12 citado. Su potencia de salida de 715 CV lo pone muy por encima, por ejemplo, de uno de sus rivales más destacados, el V8 biturbo del Lamborghini Urus Performante, pero el V12 aspirado se queda atrás de sus competidores en términos de torque, con 716 Nm. Ferrari manifestó que el 80% de ese torque estará disponible desde las 2.100 rpm, aunque con un pico de potencia a las 7.750 rpm y un par motor máximo a 6.250 rpm, el Purosangue seguramente será bastante “revolucionario”. Combinación que le permitirán un 0-100 de alrededor de 3s3/10 y una máxima superior a los 310 km/h.

La transmisión es A8 de doble embrague, y el inusual sistema de tracción total es el mismo que se introdujo en el FF y luego se usó en el GTC4 Lusso. Solo funciona como tal en las primeras cuatro marchas y hasta alrededor de 200 km/h; por encima de eso, es tracción trasera solamente. La dirección en las ruedas traseras es estándar, al igual que el mismo sistema de control de deslizamiento lateral de otros Ferrari que administra el control de tracción, el control de estabilidad y la programación del ABS.

Ferrari está particularmente orgullosa de la nueva tecnología de suspensión del Purosangue, acentuando que este es el componente crucial que permite que un vehículo tan alto, grande y pesado cumpla con los altos estándares de desempeño en la conducción de la marca.

La configuración utiliza amortiguadores de válvulas de carrete activos de Multimatic, la misma compañía que suministra amortiguadores adaptativos no activos para ciertas versiones de alto rendimiento del Chevrolet Camaro y la pick up Colorado ZR2 orientada al TT. Pero en el Purosangue,  estas nuevas unidades van un paso más allá y reemplazan a las barras estabilizadoras gracias a un motor eléctrico en cada suspensión que puede aplicar fuerza a los amortiguadores para controlar los movimientos del vehículo. La suspensión también puede bajar la altura del auto alrededor de 10 mm en las curvas cerradas, aunque no hay posibilidades de elevarla más allá del despeje estándar de alrededor de 180 mm, lo que subraya el hecho de que el Purosangue no está diseñado para ningún tipo de circulación tipo TT. La configuración escalonada de llantas y neumáticos propone, respectivamente, 22” y 255 de ancho para los delanteros y neumáticos de 23” y 315 de ancho para los traseros.

Con un gran sector delantero largo y bajo y una línea ascendente hacia atrás que crea una silueta en forma de cuña, las proporciones del Purosangue remiten más a las del GTC4 Lusso de la propia Ferrari que a cualquiera de sus SUV rivales. Los diseñadores de Ferrari manifestaron la intención de que hubiera una separación clara entre la parte superior e inferior de la silueta. La sección superior está diseñada para ser armoniosa y elegante, y la sección inferior, con un difusor trasero agresivo y un revestimiento en los pasarruedas,  que pueden tener terminaciones fibra de carbono o negro mate, transmite una impronta especialmente vigorosa.

El Purosangue se destaca también por las puertas traseras que se abren al frente, como un Rolls-Royce. Todavía hay un pilar B, pero Ferrari dice que esta configuración ayuda a acceder al asiento trasero. También se manifestó que esto les permitió una sensación de espacio interior mayor, sin necesidad de alargar demasiado la distancia entre ejes. Los asientos traseros individuales son estándar, lo que significa que el Purosangue es, específicamente, un cuatro plazas.

El tablero incorpora las mismas pantallas digitales de otros modelos de Ferrari, incluido un panel con indicadores digitales de 10,2” para el conductor y una pantalla para el acompañante delantero; no hay una pantalla central de información y entretenimiento. El volante cuenta con el conocido controlador de modo de manejo Mannetino, junto con varios otros botones y perillas. Estarán disponibles varias combinaciones de tapicería de cuero, Alcántara y fibra de carbono. El techo de fibra de carbono es estándar, pero también se puede optar por un techo de vidrio con ajustes de tinte electrocrómico.

Cuando salga a la venta a fines del próximo año, esta nueva Ferrari tendría su precio base alrededor de los u$s 400.000,  y las aspiraciones de la marca destacan que no quiere que el Purosangue represente más del 20% de sus ventas totales, lo que sugiere que la demanda superará con creces la oferta. Con este nuevo vehículo, la compañía reflota que su objetivo es proporcionar "diferentes Ferrari para diferentes ferraristas". Y este es -definitivamente- un tipo diferente de Ferrari, hubiera estado de acuerdo, o no, el mismísimo Enzo Ferrari...

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