Deporte
DAKAR 2014
¿POR QU?SAINZ CAMBI?DE BUGGY?
03/11/2013. Carlos Sainz volverá al Dakar con un buggy. Esto no sería una sorpresa, si no fuera porque cambió de modelo: dejó el Jeffries de Qatar por el SMG de Gache. Roces con Al-Attiyah y razones técnicas lo decidieron?
“Si vuelvo al Dakar, será con un buggy…”, contestó Carlos Sainz.
Esto respondió la primera parte de la cuestión, algo que resultaba muy evidente considerando que, por un lado, no podría correrlo con una marca determinada por la relación que mantiene con VW y, por otro, a raíz de su performance en la edición 2013 de la prueba, donde ganó parciales y fue protagonista.
Sin embargo, cuando casi todos dábamos por sentado que lo haría, tal como en 2013, formando equipo con Nasser Al-Attiyah en los buggies Jeffries V8 de Qatar, es casi un hecho que participará integrado al equipo SMG de Phillippe Gache, de destacada actuación en el último Dakar con Ronan Chabot (7º) y Guerlain Chicherit (8º).
Todo comenzó a perfilarse cuando Sainz destacó que, si bien no había tenido ningún tipo de enfrentamiento con Al-Attiyah, “hubo algunas dudas que no se aclararon como correspondía…”.
Y lo anticiparon las pruebas durante octubre pasado en el desierto marroquí, cerca de Erfoud, donde el buggy que usó Sainz tenía los colores de Red Bull, patrocinante mayoritario del español (así como también de los buggies de Al-Attiyah), donde también estuvo presente Timo Gottschalk, navegante de Sainz en el último Dakar.
En principio, Sainz trabajó intensamente con las suspensiones y el reparto de pesos, considerando que los buggies, por sus características, son vehículos sensibles en ambos aspectos.
Precisamente, las suspensiones de amplio recorrido, fueron uno de los factores que más sedujeron al español cuando participó con el buggy de Qatar en 2013.
Por otra parte, por su tracción 4x2, este tipo de buggy puede inflar y desinflar sus neumáticos desde el cockpit, de acuerdo con el terreno y con el deseo de su tripulación.
El concepto buggy, además, tiene mejor relación peso/potencia que, por ejemplo, un Mini, su concepción es bastante más sencilla y, por ende, menos compleja a la hora de atender algún inconveniente mecánico.
El motor que usa el SMG, es un Chevrolet V8 de 6.2 litros que, prácticamente, “se puede encontrar en un estante, en cualquier casa de repuestos…”, lo que simplifica en mucho la atención y garantiza el rendimiento en base a un gran torque, producto de su gran cilindrada.
Por otra parte, en el caso de los buggies SMG, la ubicación de los neumáticos de auxilio en la parte trasera del vehículo, hacen, no solo que tenga una menor sección principal con el consiguiente beneficio aerodinámico, sino que favorece la refrigeración del motor debido a que se pueden instalar tomas dinámicas laterales, precisamente, en los lugares donde llevaba los neumáticos de repuesto el buggy Jeffries que usó en 2013 y que penó por temperatura del motor.
Aunque lo que seguramente fue más convincente para decidir a Sainz, probablemente haya sido el hecho de que, para el español, pesaron más estas virtudes y posibilidades del SMG, frente a los característicos inconvenientes de todo buggy de este tipo: la ausencia de tracción integral, el escaso espacio interior y su comprometida visibilidad.