La crisis de los microchips no cesa de hacer estragos entre las marcas. Aunque se está logrando llegar a una regularización de la situación, inclusive a través de una no deseada “adaptación involuntaria”, ya que todavía no existe una disponibilidad deseada de dichos componentes. Liderando esta corriente, uno de los que dio el primer paso fue Mercedes a través de la prescindencia de algunos equipamientos en sus modelos, y todo indica que Ford seguirá sus pasos con intención de destinarlos a determinadas versiones mecánicas, como las PHEV que estaban afectadas por importantes retrasos.

Esta es la solución más factible que –inevitablemente- han adoptado algunas marcas, a pesar del perjuicio que provocan  a clientes que definen su compra, en la mayoría de los casos, por la presencia en el modelo elegido de ciertos equipamientos deseados cuya presencia está condicionada por este inconveniente.

Al respecto, John Lawler, director financiero de Ford, anunció que la marca decidió implementar la misma estrategia de Mercedes, aunque probablemente no de una forma tan radical.

El señaló “podríamos reducir la cantidad de opciones para el consumidor entre un 80 % y un 90 % en muchos de nuestros vehículos sin sacrificar las ventas. Ese es el aspecto clave. Es demasiado complejo y simplemente ha sido la mentalidad que ha existido en la industria durante demasiado tiempo y que necesita la complejidad para satisfacer realmente al consumidor. Ahora, hay una forma más inteligente de hacerlo. Y esta es la raíz de la cuestión, el cómo hacerlo”.

Ford conformará los equipamientos más demandados en paquetes, lo que supondrá una rebaja de precio frente a la inclusión de opcionales de forma independiente, lo que también supondrá asociar determinados paquetes a distintas versiones mecánicas, dejando solamente fuera de esta estrategia las opciones de pintura externa del vehículo. El directivo de Ford admite que la competencia entre marcas es muy dura, lo que le hace disponer de una larga lista de opcionales que, además, añaden más complejidad a las líneas de producción.

Estos dos factores permitirán agilizar el armado y fabricar y entregar unidades más rápidamente, aunque también se baraja una opción adicional, que es la de fabricar solamente los modelos con los equipamientos opcionales más demandados y vendidos, por lo que las versiones básicas podrían desaparecer, al menos, hasta que la crisis de los microchips ceda en los próximos meses.

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