Este motor está basado en uno que actualmente está disponible en algunas marcas de Stellantis en Europa y la inversión incluirá casi u$s 83 millones para remodelar la planta Dundee Engine, en Michigan, donde tendrá lugar el montaje final del nuevo impulsor. No obstante, el sitio continuará construyendo el Pentastar V6/3.6 litros para la línea Jeep Grand Cherokee, aunque dejará de producir el Tigershark IL4/2.4 litros en el primer trimestre de 2023.

Por otra parte, la planta de fundición de Kokomo (Indiana) recibirá más de u$s 14 millones para reconvertir la maquinaria existente adecuándola para el nuevo motor, mientras que su similar de Etobicoke (Toronto) recibirá alrededor de u$s dos millones para renovar herramental y equipos, por ejemplo, para la elaboración del cárter de aceite del nuevo motor.

Este anuncio se produce inmediatamente después de haberse anticipado otras inversiones importantes del grupo en América del Norte. Por ejemplo, Stellantis invertirá u$s 2.800 millones en Canadá para desarrollar tecnología EV. La planta de armado de Windsor producirá una arquitectura de vehículos para múltiples energías. Su similar de Brampton también construirá una arquitectura nueva y flexible. Además, habrá un nuevo Centro de Investigación y Desarrollo Automotriz en Windsor, que se especializará en motores eléctricos, baterías y otros componentes.

Este avance en materia de electrificación, no hace que el grupo vaya alejándose de los térmicos, por el contrario, los motores de combustión también tienen futuro en Stellantis, ya que además de la inversión que nos ocupa para el nuevo IL4/1.6 litros, turbo, habrá otra de u$s 24,7 millones en el Trenton Engine Complex (Michigan). En este caso, el monto será destinado al desarrollo de dos nuevas variantes del Pentastar V6/3.6 litros.

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