LOS NEUMÁTICOS CONTAMINAN MÁS QUE LOS MOTORES!
13/06/2022. Un estudio pormenorizado de Emissions Analytics, publicado por el medio Motor.es, determinó que el desgaste de los neumáticos emite 1.850 veces más partículas contaminantes que los gases de escape de los vehículos con motores térmicos. El cambio de tendencia en la industria automotriz es determinante para que así ocurra...
Emissions Analytics, el principal especialista mundial independiente en pruebas y datos para la medición científica de las emisiones del mundo real, ya realizó este estudio anteriormente, pero en esta ocasión buscó precisar al máximo los resultados, para sacar las conclusiones más objetivas y relevantes posibles.
Por esa razón, dicha organización se asoció con el Laboratorio Nacional de Física del Reino Unido, con el objetivo de analizar exactamente cuál es la influencia del desgaste de los neumáticos en la contaminación ambiental.
En general, se da por hecho que el problema principal en este sentido son los gases y partículas contaminantes emitidas a través de las salidas de escape de los vehículos con motores de combustión interna que afectan la calidad del aire. A diferencia de esto, la mayor parte de las partículas generadas por el desgaste de los neumáticos van directamente al suelo y, eventualmente, al agua.
Según señala Emissions Analytics, la contaminación derivada del desgaste de los neumáticos ha crecido en los últimos años. Esto se explica por la evolución que ha experimentado el mercado automotriz. Y es que, si bien los motores modernos son cada vez más eficientes y han conseguido niveles de contaminación mucho más reducidos, los vehículos que los utilizan son cada vez más grandes y pesados.
En ese sentido, el estudio sacó como conclusión que, durante una conducción normal (no agresiva) con un vehículo moderno, las emisiones contaminantes de los neumáticos son 1.850 veces superiores a las generadas a través del escape por un motor térmico!!!
Según informó Emission Analytics, para medir las emisiones de masa de desgaste de los neumáticos, se han utilizado básculas de alta precisión con las que controlaron el peso de las cuatro ruedas (neumáticos armados con sus respectivas llantas) durante al menos 1.000 millas (poco más de 1.600 kilómetros) circulando por rutas y calles reales.
Esto, a su vez, se combinó con un sistema de “muestreo patentado” que recolecta partículas en un punto fijo ubicado inmediatamente detrás de cada neumático. Estas son posteriormente llevadas a un detector en tiempo real que mide el tamaño de la distribución de partículas por masa y número. El dispositivo es capaz de medir partículas desde 10 micrones y hasta 6 nanómetros.
Esta combinación permite calibrar la señal en tiempo real para la pérdida de masa y, mediante el uso de la distribución de tamaños, se puede estimar la proporción de partículas que probablemente se encuentren suspendidas en el aire.
Por otra parte, las partículas emitidas a través del caño de escape se midieron utilizando un analizador de carga de difusión para la concentración de masa dinámica y un contador de partículas de condensación para la concentración de número.
Ambos dispositivos se combinaron con un sistema portátil de medición de emisiones (PEMS) estándar para medir el flujo de escape total. Como resultado, se pudieron derivar las emisiones de masa y número específicas de la distancia, que luego se compararon con las métricas de neumáticos equivalentes.
Luego de dicha evaluación, Emission Analytics demostró que los neumáticos son capaces de contaminar mucho más que los motores de combustión interna que tan perseguidos están desde hace años.
Sin embargo, el estudio alerta de lo que considera una diferencia importante. Y es que se entiende que la mayor parte de las primeras van directamente al suelo y al agua, mientras que la mayor parte de las últimas queda suspendida en el aire durante un determinado período y, por lo tanto, afecta negativamente a la calidad del aire.
Los resultados de Emissions Analytics, sugieren que alrededor del 11% de la masa de las emisiones de los neumáticos tiene un diámetro inferior a 2,5 micrones (lo que define la métrica común para el polvo de partículas finas, PM2,5, que puede estar en el aire). En cambio, es más probable que las emisiones de los neumáticos en el aire sean de alrededor de 8 mg/km. Es decir, más de 400 veces superior que el tamaño de las emisiones de gases de escape.
“Sin embargo, considerar únicamente las emisiones de la masa de los neumáticos puede subestimar el efecto sobre la calidad del aire y los consiguientes efectos sobre la salud humana”, indica el estudio. “Cuando se mide el número de partículas, el límite de tamaño más bajo es importante: cuanto más pequeñas se vuelven las partículas, más volátiles y más difíciles de medir de manera repetitiva se vuelven. El corte a 23 nm evita estos 'semivolátiles', mientras que 6 nm es un rango mucho más completo”, concluyó el informe.
Fuentes: Emissions Analytics/ Motor.es