Trascendió que todos los modelos entregados desde junio 2021 motorizados con propulsión diésel TDI de cuatro cilindros de VW pueden utilizarse con diésel “parafínico”, un combustible de reciente desarrollo que contiene biocomponentes, en lo que aparenta ser una nueva apuesta de la marca por hacer más “limpios” sus reconocidamente “sucios” gasoleros.

Si bien VW ha centrado sus esfuerzos recientes en incrementar su oferta de vehículos eléctricos, de concretarse esta nueva medida, mostraría que la empresa es receptiva a otras formas de reducir la huella de carbono, en su apuesta por reducir las emisiones respectivas en un 40% para 2030 y ser neutra en carbono para 2050.  

Es un enfoque diferente al de la mayoría de sus competidores, que han hecho declaraciones audaces sobre volverse 100% eléctricos en los próximos 10 años, VW manifestó que planea aumentar la proporción de autos totalmente eléctricos vendidos en Europa a más del 70% recién para 2030.

Mientras tanto, la participación del diésel en particular que, desde que se descubrió su engaño con las emisiones a fines de 2015, ha disminuido abruptamente, parece recuperarse, siempre y cuando esta “recuperación” que propone la marca no sea otra nueva manipulación/mentira como la que se conoció cuando la marca asumió su Dieselgate ó como cuando también anticipó el “desembarco eléctrico” en EE.UU. de la mano de una rebautizada “Voltswagen” que, horas después de haber sido confirmada oficialmente desmintió intentando hacerla pasar hasta como una broma (de muy mal gusto, sin duda!!).

Lo concreto hasta el momento es que un portavoz de VW anticipó que  “junto con los esfuerzos por impulsar la movilidad eléctrica, VW está desarrollando aún más la gama existente con motores de combustión. De esta manera, la empresa está respondiendo a las diferentes necesidades de los clientes y, al mismo tiempo, tiene en cuenta las preferencias que varían a nivel internacional de acuerdo a las condiciones generales de cada escenario".

La firma agregó que el combustible diesel parafínico podría ser particularmente atractivo para los clientes de flotas, que operan una combinación entre vehículos eléctricos y de propulsión convencional. Anticipa que la cuota de mercado de dicho combustible en el sector del transporte por carretera podría aumentar hasta un 20-30% en Europa en los próximos 10 años.

Los combustibles parafínicos se producen a partir de materiales biológicos residuales y de desecho, como el aceite vegetal tratado con hidrógeno (HVO). Luego, estos se convierten en hidrocarburos mediante una reacción con hidrógeno y se pueden agregar a los combustibles diesel en cualquier cantidad requerida.

La marca, además, agregó que en el futuro se ofrecerán otros “combustibles electrónicos” como Power-to-Liquid (PtL), que se producen a partir de fuentes regenerativas utilizando CO2 y electricidad. En este proceso, el exceso de “energía verde” podría utilizarse en su producción.

El máximo responsable de unidades nafteras y diésel de VW, Thomas Garbe, por su parte declaró, "mediante el uso de combustibles respetuosos con el medio ambiente en los modelos aprobados de VW, estamos haciendo posible que los clientes de toda Europa reduzcan significativamente sus emisiones de CO2 tan pronto como el combustible esté disponible localmente en cada caso".

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