Desde el superdeportivo M1 de finales de la década de los ‘70, este será el segundo vehículo independiente del brazo deportivo de BMW, sorpresa  acentuada por una estética tan rupturista que, conociendo a la marca, no cambiará demasiado cuando se presente la versión de producción en serie.

Es que si bien su rótulo de “concept” lo exime de ciertos compromisos estéticos, este XM juega con el término y propone una “visión” de BMW de cómo será un futuro modelo X de alto rendimiento. Sin embargo, los antecedentes de la marca y la proximidad que se anunció para el inicio de su fabricación en serie (último cuatrimestre de 2022) sugiere que el estilo que estamos viendo en este prototipo, no diferirá mucho del producto final que salga de la línea de montaje de la planta de Spartanburg, en North Carolina, EE.UU.

Lejos de estar reservado para el XM de producción, que llevará legalmente ese nombre gracias a un acuerdo entre BMW y su “dueño” original, Citroën, la combinación de una parrilla gigante y un novedoso tratamiento de luces dobles anticipa “una vista previa del nuevo diseño frontal de los próximos modelos de lujo de BMW”.

La gran altura del frontal le brinda al XM un aspecto imponente que se mantiene firmemente en todo el diseño, convirtiéndolo en un SUV casi “militarista” con inspiración Humvee. En términos de proporciones, tiene los flancos altos, el arco de la línea del techo suavemente lanzado, profusión de ángulos, destacados pasarruedas  que albergan elementos de 23”, todos sectores que proponen mucha actitud, que parece ser el argumento donde se ha puesto el mayor énfasis para el diseño general.   

Lo corroboran las luces LED en el borde de ataque del techo, que tiene un un color que contrasta con el resto de la carrocería, mientras que los parantes  A negros enfatizan la inclinación deportiva del parabrisas. La presencia de un puerto de carga justo delante de la puerta del conductor indica que el primer vehículo M independiente de BMW desde el superdeportivo M1, también es el primer PHEV de la división deportiva.

Las grandes salidas de escape trapezoidales (¿?) superpuestas destacan la zona trasera, donde también llama la atención la presencia de luces muy delgadas y una luneta (con logotipos BMW grabados con láser en sus ángulos  superiores) cuyo formato se adapta al original remate del techo.

BMW no entró en detalles sobre su impulsión, aunque se insiste con un naftero V8 que, combinado con un motor eléctrico, podrían lograr más de 750 CV y casi 1.000 Nm de torque. En ausencia de datos concretos,  podríamos imaginar un 0-100 km/h de alrededor de tres segundos, mientras que, por su parte, la marca indicó un rango de conducción en modo EV de 80 kilómetros de acuerdo con el protocolo europeo WLTP y de poco menos de 50 kilómetros según los parámetros de EE. UU.

En el interior, el XM combina detalles de estilo de otros vehículos conceptuales y de producción de BMW, pero con un enfoque en materiales de lujo tradicionales. En lugar de cuero negro y detalles en carbono brillante, presenta superficies tejidas texturizadas hechas de fibra de carbono e hilos de cobre, además de correas de cuero marrón intenso mezclado con tapicería de terciopelo turquesa, con un tapizado de techo tan original como atractivo.

La visión del conductor hacia adelante está dominada por el hardware combinado de indicadores de infoentretenimiento de BMW que ejecuta la última versión de iDrive. De hecho, la presencia de otras partes del tablero de distribución como el selector de marchas y los botones de la consola hace que sea obvio que este prototipo está muy cerca de hacerse realidad.

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