Volvo anunció horas atrás que se unirá a los líderes de la industria y el gobierno en la firma de la Declaración de Glasgow sobre vehículos (autos y camionetas) con “cero emisiones”, luego de haber brindado su apoyo en el ámbito de la COP26 de la ONU  (Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático que finalizó hoy).

La marca se encuentra entre otros constructores (GM, Ford, Mercedes, etc) firmantes de un acuerdo, que tiene como objetivo acelerar la reducción de las emisiones de carbono relacionadas con el transporte vehicular en todo el mundo. Acuerdo que, sin embargo, los dos principales grupos automotrices del mundo, Toyota y VW, no firmaron, según Reuters.

Junto con su compromiso de reducir su propia “huella de carbono”, Volvo anunció que introduciría un precio interno de carbono de 1.000 SEK (u$s 115,29) por tonelada métrica de emisiones de carbono en todo su negocio.

“Un precio global y justo del CO2 es fundamental para que el mundo cumpla con sus ambiciones climáticas, y todos debemos hacer más. Creemos firmemente que las empresas progresistas deberían tomar la iniciativa estableciendo un precio interno del carbono. Al evaluar los vehículos futuros en función de su rentabilidad ajustada al CO2, esperamos acelerar las acciones que nos ayudarán a identificar y reducir las emisiones de carbono desde este mismo momento", manifestó Björn Annwall, director financiero de Volvo.

El CEO de la marca, Håkan Samuelsson, amplió, “nuestro plan de ser un fabricante de automóviles eléctricos-puro para 2030 es uno de los más ambiciosos de la industria, pero no podemos lograr un vehículo sin emisiones por nosotros mismos. Así que me complace haber estado en Glasgow con colegas de la industria y representantes gubernamentales para firmar la declaración. El momento de la acción climática es ahora".

La sueca es la primera marca en implementar un costo de carbono de estas características, y procurará fabricar vehículos que serían rentables incluso si se introdujera un costo de carbono de u$s 115 por tonelada-métrica. Ese es un precio más agresivo que el sugerido por organizaciones como la Agencia Internacional de Energía, con lo cual la marca dejó en claro su firme intención de organizarse para estar "por delante de la aplicación de las normas".

La compañía automotriz de origen sueco, hoy en manos chinas,  anticipa que varios gobiernos comenzarán a implementar el precio del carbono en los próximos años y, por lo tanto, quiere anticiparse a estas medidas. Para conseguirlo, cada proyecto de vehículo futuro se someterá a un "control de sostenibilidad" e impondrá un costo de carbono por cada tonelada anticipada de emisiones y a lo largo del ciclo de vida de la unidad, a partir del proceso integral de realización que va “desde ‘0’ y hasta poner el auto en la calle” que podría emitir CO2.

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