El BAC Mono es desde hace tiempo uno de los representantes más originales y extremos de ese club de vehículos que muchos gustan denominar "veneno para track days". Con una liviana, esbelta y aerodinámica carrocería sin parabrisas y con lugar para un único ocupante, se propone como un divertido monoplaza que incluso se puede disfrutar fuera de la pista. Esta fórmula se perfeccionó aún más con la llegada de la variante R, cuando aparecieron 345 CV de potencia para solo 555 kilos de peso total (1,6 kilos x CV) para una serie limitada a solo 30 unidades.

Un extremo “juguete rabioso” que es capaz de derrotar a superdeportivos del calibre de LaFerrari, algo que quedó ampliamente demostrado con el récord de vuelta en un circuito como el Red Bull Ring, donde la F1, el MotoGP y otras disciplinas de alto nivel proponen sus citas anuales periódicamente.

En el trazado enclavado en las colinas de Estiria, el BAC Mono R clavó un tiempo de 1m32s96. Un registro récord para vehículos de calle y logrado casi sin planteárselo... Si bien siempre que se sale a rodar en circuito se busca ir lo más rápido posible, esta vez la prueba tuvo mucho de informal. En la ocasión, el Mono R y la gente de BAC (Briggs Automotive Company) estaban en el circuito austríaco participando en el Pirelli P Zero Experience Central Europe, un evento donde los fanáticos de los superdeportivos se reúnen para vivir un “track day” al máximo nivel.

La situación resultó inmejorable, con el piloto Adam Christodoulou saliendo a pista al comando  del BAC Mono R y  completando esa fantástica vuelta, casi seis segundos más rápido que el récord anterior y a más de 196 km/h!! postergando nada menos que a la Ferrari LaFerrari que, en su momento pilotada por Hubert Haupt, había logrado 1m38s95, que fue lo mejor para un auto de producción hasta lo alcanzado por el Mono R.

A pesar de contar con solo 345 CV frente a los 960 CV del superauto italiano, el reducido peso del monoplaza de BAC y su adaptación a los amplios curvones del circuito, junto con una velocidad máxima de más de 270 km/h fueron una combinación determinante que no está dispuesta a quedarse quieta luego de lo alcanzado en Austria. Hockenheim está en la mira, algo que luego de lo alcanzado en el Red Bull Ring y con el antecedente de lo conseguido en Sepang, circuito que habitualmente recibe al GP de Malasia de F1,  donde batió nada menos que el tiempo de un Porsche 911 GT3 RS por más de cuatro segundos, nada parece ponerle freno a lo que se inició como una diversión y que está convirtiendo al original “monoplaza de calle” en el auto de producción más veloz del mundo a una vuelta.   

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