Honda Beat, Suzuki Cappuccino, Daihatsu Copen y ahora, Caterham Seven. En cualquier lista de los minúsculos autos Kei, tan populares y queridos por los japoneses, la leyenda británica de los autos deportivos de bajo costo se destaca bastante. Sin embargo, esta última versión del emblemático Seven, transformado en un auto Kei “hecho y derecho”, ha ido más allá, ya que no sólo revoluciona el concurrido segmento del mercado japonés como producto de origen foráneo, sino que hasta propone un nuevo sub-segmento como deportivo clásico.

Esta versión 170 del Seven es, además, un alarde de “achicamiento” ya que conservando la silueta original (poco menos que la “firma” de la marca),  es el modelo más pequeño, liviano y menos potente de Caterham, gestión destinada a cumplir con las estrictas regulaciones de vehículos Kei de Japón.

Y hablando de potencia, 84 CV no son tan escasos cuando todo lo que tienen que mover son 440 kilos. Para ponerlo en situación, es una relación potencia/peso de 170 CV por tonelada, ecuación cuyo resultado bautiza al modelo.

Al igual que con el anterior 160, el motor es una unidad turboalimentado IL3/660 cm3 de origen Suzuki que, además, tiene un par motor de 116 Nm. Una carrocería contenida, aunque angostada (sólo 3m18 de largo y 1m47 de ancho), llantas estrechas (sección 155) y una caja de cambios M5, acompañan a una velocidad máxima que orilla los 170 km/h y un 0-100 km/h  en 6s9/10 que, según Caterham, no traicionan sus emisiones con una cifra de C02 de 109 gr/Km. ¿Qué más se le puede pedir a un juguete de pista compacto?

Entonces, conviniendo que no es rápido, promete algo mucho más especial: diversión. Debería ser el vehículo ideal para una explosión de sensaciones, como dice Caterham, "el Seven 170 sigue siendo una experiencia de conducción pura y emocionante".

Hay dos versiones disponibles. El 170S está “orientado al confort”, con parabrisas, calefacción, asientos de cuero negro, llantas de 14” y volante Momo. Mientras que la versión 170R, está apuntada a los circuitos, prescinde de parabrisas, pero agrega asientos de competición con arneses de cuatro puntos, tablero de instrumentos y molduras en fibra de carbono, suspensión deportiva y un diferencial trasero de deslizamiento limitado. Ambas versiones cuentan con neumáticos Avon ZT7.

Este año se conoció que el futuro de Caterham iba a estar garantizado gracias a la adquisición por parte de VT Holdings, radicada en Japón. La esencia de sus deportivos seguiría siendo la misma, pero la marca se abriría a nuevas fronteras marcadas por la electrificación, así como otros productos destinados a su nuevo mercado local.

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