El Paseo de la Victoria. Después de varios intentos, al fin, el argentino López, con el japonés Kobayashi y el británico Conway, pudieron transitarlo...
Devolviendo los colores argentinos a un podio que no los veía desde 1954!...
El Toyota nº7 dominó la prueba desde la pole y luego de la primera curva, cuando el Glickenhaus nº708 chocó al nº8 con Buemi al comando y lo mandó al fondo del pelotón. Allí se estableció una importante diferencia, aunque tratándose de Le Mans, no fue definitoria...
El auto ganador y su tripulación, tuvieron un total de 33 detenciones, cuatro menos que su escolta, lo que afianzó su liderazgo...
Otro ángulo de un podio exultante, con trofeos para pilotos y marca que le sumaron brillo a la escena...
López fue el piloto que menos tiempo estuvo al comando del Toyota nº7 (unas 110 vueltas, y durante un total de 6h55m), sin embargo, lo hizo en momentos clave de la carrera -durante gran parte de la noche- cuando se consolidó el dominio del auto a la postre ganador...
Otro ángulo del Paseo de la Victoria, el lugar más deseado para los aspirantes al triunfo absoluto en la legendaria prueba de La Sarthe...
Tan sólo se habían disputado los primeros metros de carrera, cuando se produce el golpe del Glickenhaus nº708 sobre el Toyota nº8, que no sólo condicionó su participación, sino parte del destino de la carrera. Le Mans impone sus propias reglas...
Así quedó la trompa del Glickenhaus nº708 luego del topetazo contra el Toyota nº8. Así como el nº709, ambos llegaron a destino después de un día completo de carrera...
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