Para el CEO del Grupo VW, Herbert Diess, que estaba viajando por el paso del Brennero, entre Austria e Italia, intentar recargar las baterías de su flamante ID 3 poco menos que le estropeó sus bien merecidas vacaciones y no tuvo problemas en manifestarlo...

Luego del episodio, Diess recurrió a las redes sociales para criticar a Ionity, la empresa de cobro que en parte es propiedad de VW, por una experiencia que calificó de “lamentable” yendo con su vehículo eléctrico rumbo  a un destino de esparcimiento en el verano europeo.

Diess puntualizó que tuvo problemas para encontrar una terminal de recarga que funcionara correctamente a lo largo del paso del Brennero que une Austria con Italia. "Así que seguí conduciendo hasta Trento", destacó Diess en LinkedIn, antes de entrar en detalles describiendo el punto de recarga de Ionity que encontró en la ciudad del norte de Italia. "Sin baño, sin café, un punto de carga fuera de servicio, una situación triste. ¡Fue todo menos una experiencia de carga premium, IONITY!", descargó su furia como cualquiera que se encontrara en una situación similar. Aunque, en este caso, con el gran agravante de sentirse en gran medida responsable directo del problema que padeció “en carne propia”!!

La empresa Ionity fue creada por VW, Daimler, BMW y Ford Motor en 2016 y en su momento fue catalogada como “la respuesta de los fabricantes de automóviles establecidos a la red Supercharger de Tesla”.

Las críticas de Diess marcan solo el último episodio de uno de los cofundadores y accionistas de Ionity, que se sumó a las declaraciones de Silke Bagschick, directora de marketing de la marca VW, quien en su momento destacó que los precios de carga de la empresa eran demasiado altos; inconveniente que, entre otros, habría inducido a Audi, marca Premium del Grupo VW,  a considerar establecer su propia infraestructura de carga en las grandes ciudades

El descontento con Ionity refleja la opinión de los fabricantes alemanes de que la infraestructura de carga sigue siendo el eslabón más débil en sus esfuerzos por equipararse con Tesla.

Después de que las ventas de vehículos eléctricos se triplicaran en Europa el año pasado, las empresas temen que las largas filas de autos esperando por electricidad para sus baterías en los puestos de recarga puedan desanimar a los compradores potenciales de unidades eléctricas.

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