Geely, con sede en Zhejiang, entre un pequeño número de fabricantes automotrices que trabajan con vehículos alimentados con metanol, está probando taxis en varias ciudades del oeste de China desde 2018 (foto apertura) y también está desarrollando camiones con dicho combustible a través de su unidad de vehículos comerciales.

La idea es que Geely expandiría la producción de vehículos impulsados ​​por metanol, según el propio sitio web de la marca, que hasta la fecha ya lleva probados unos 10.000 vehículos con el citado combustible recorriendo millones de kilómetros con esas unidades. En Islandia, un proyecto-piloto similar ya alcanzó unos 300.000 kilómetros de ensayos.

 Geely, dueña de Volvo Cars y con una participación del 9,7% en Daimler AG, invirtió en la empresa islandesa Carbon Recycling International para trabajar en tecnologías para producir metanol con dióxido de carbono, de manera de reducir las emisiones totales de carbono.

"Seguiremos explorando tecnologías de vehículos alimentados con metanol. Por supuesto que podría fallar al final, pero actualmente seguimos trabajando en ello", manifestó Li, referente de la compañía china.

El metanol impulsaría la independencia energética de China, ya que el país tiene grandes cantidades de carbón, que se pueden convertir en metanol. Actualmente, China es un gran importador de petróleo.

Li manifestó que espera que los vehículos con metanol sean más limpios que los modelos que utilizan nafta como combustible, aunque destacó que Geely también está desarrollando distintas alternativas de impulsión a través de vehículos eléctricos de batería, híbridos nafteros-eléctricos y otros alimentados por hidrógeno (comerciales).

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