El BMW Isetta y sus contemporáneos, Messerschmitt KR200 y Heinkel Kabine, ocupan un lugar especial en los corazones de muchos entusiastas y con razón. Fueron los vehículos con los que Europa abordó “la motorización ciudadana” luego de la posguerra y en particular el Isetta fue, además, el modelo con el que la marca bávara logró superar una difícil situación financiera para continuar sobreviviendo.

Más allá de lo anecdótico y crucial de sus objetivos y si bien para algunos puede parecer en la actualidad un vehículo realmente extraño, su diseño se acepta como lo máximo en versatilidad urbana y desde esa aceptación hasta se propone atractivo.

Eso es lo que seguramente convenció a Microlino y crearon un pequeño EV que debería ser ideal para los que buscan un vehículo micro compacto y racional para zonas de alta densidad. Esta es la segunda versión del auto y, según la empresa suiza, es una nueva “vuelta de tuerca” sobre la versión original que se conoció en 2016.

Versión que se reveló hace varios días cuando se mostró la variante 2.0 sobre la cual no se conocen por ahora especificaciones completas, quizás porque en varios países europeos ni siquiera se registrará como auto y estará condicionado a centros urbanos saturados estimándose, no obstante, que su autonomía, con carga completa, variará entre 125 y 200 kilómetros.

La potencia provendrá de un solo motor eléctrico que actuará sobre el tren trasero, mantendrá intacto el singular concepto de acceso a través de puerta única en la zona delantera y luego de las pruebas iniciales, que ya se están realizando, Microlino planea las primeras entregas de las unidades de serie para fines de 2021.

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