Con esta medida, y después de más de 100 años de presencia industrial en Brasil, cancelará todo tipo de producción en dicho escenario, un proceso que había comenzado en 2019, con el cierre de la planta de São Bernardo do Campo, donde se fabricaban, el Fiesta y los camiones  de la marca, operación esta última que la retiró del segmento pesado en la Región.

Poco después, la marca abandonó los planes para una empresa india conjunta con Mahindra, y ahora, Ford anunció que están reestructurando sus operaciones en Sudamérica.

Según el comunicado oficial, la producción principal en las plantas de Camaçari y Taubaté “cesará inmediatamente”, aunque la fabricación de algunas piezas continuará durante algunos meses para acumular inventarios para posventa. La planta de Troller en Horizonte cerrará en el cuarto trimestre y dichas medidas significan que la compañía ya no venderá EcoSport, Ka y el todoterreno T4 una vez que se agoten los inventarios.

La marca no informó respecto a cuántos puestos de trabajo se verán afectados por la medida, pero la planta de Camaçari emplea aproximadamente a 4.600 operarios y unos 1.370 trabajan en la planta de motores de Taubaté.

La medida es bastante drástica y, al respecto, Ford señaló que "la pandemia de COVID-19 aumentó la capacidad inactiva persistente de la industria, a lo que se sumaron ventas lentas que han resultado en años de pérdidas significativas". No obstante, la marca destacó que no abandonará Brasil, ya que mantendrá su centro de desarrollo de productos en Bahía, su campo de pruebas en Tatuí, así como su sede regional en São Paulo.

El presidente y CEO de Ford, Jim Farley, amplió que, "Con más de un siglo en Sudamérica y Brasil, sabemos que estas son acciones muy difíciles, pero necesarias, para crear un negocio saludable y sostenible". Agregando: "Al cesar la producción en Brasil, nos estamos moviendo hacia un modelo de negocio distinto y con activos ligeros, para servir a los clientes con algunos de los mejores y más emocionantes vehículos de nuestra cartera global".

Al respecto, Ford informó que Brasil recibirá el Bronco y el Mustang Mach 1, así como los utilitarios Transit y Ranger, e insistió que están planeando "acelerar la introducción de varios modelos nuevos conectados y electrificados". El nuevo planteo apunta a cambiar su posicionamiento como marca generalista en Brasil y centrarse cada vez más en vehículos de mayor tamaño, precio y rentabilidad.

Hablando de estrategias, hace alrededor de un mes, Ford Argentina anunció  la continuidad de los proyectos en su fábrica de Gral. Pacheco, al confirmar una inversión de u$s 580 millones  para fabricar la nueva generación de la pick up Ranger, y la medida tampoco afectará a los planes de la marca en Uruguay, donde ya se confirmó que se ensamblará el utilitario Transit.

Sin embargo, para los consumidores argentinos, la mayor incertidumbre se genera ahora entre quienes están pagando un Plan Óvalo (plan de ahorro de Ford) por Ka y EcoSport, los dos modelos que dejarán de producirse en Brasil.

Para la liquidación de su operatoria industrial en Brasil, Ford está recibiendo aproximadamente u$s 4.100 millones, incluidos alrededor de u$s 2.500 millones en efectivo, que se utilizarán para acuerdos de separación, rescisión y liquidación, así como otros pagos.

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