Hace menos de un mes, Sébastien Ogier (36 años), se coronaba campeón mundial de rally por séptima vez en su campaña, orillando la figura legendaria de quien, hoy por hoy, es el máximo referente en números de la especialidad, el “otro Sébastien” Loeb (nueve títulos en WRC y uno en JWRC). Una actuación extraordinaria, también por sus recuperaciones después de momentos poco gratos...

Precisamente, el mejor ejemplo estuvo en esta última conquista donde, después de un 2019 difícil, finalizó tercero en la clasificación general (atrás de Tänak y Neuville), Ogier dejó sentadas sus grandes condiciones, especialmente, en una temporada truncada y atípica como ésta de 2020, compuesta por solo siete rallies frente a los habituales 13/15 de cada torneo.

El francés y su fiel navegante Julien Ingrassia demostraron una insolente consistencia para ganar su séptimo título mundial, con cinco podios, incluidas dos victorias y un solo retiro, creyendo en la coronación hasta el final, incluso revirtiendo el resultado del campeonato en el último rally de Monza frente a su rival galés, Elfyn Evans. 

Sébastien Ogier consiguió a la misma edad el mismo número de títulos que el gran referente Loeb, convirtiéndose en el segundo piloto en la historia del campeonato del mundo de rally coronado con tres marcas diferentes (Juha Kankkunen lo consiguió entre 1986 y 1993 con Peugeot, Lancia y Toyota).

Para el alsaciano todo empezó con el  equipo Volkswagen Motorsport y su Polo R, lo que le permitió retener la corona durante cuatro años seguidos (2013 a 2016). Entre 2017 y 2018, se consagró con el M-Sport World Rally Team y su Ford Fiesta. Finalmente, esta temporada inscribió su nombre en la historia del Toyota Gazoo Racing, que no coronaba a uno de sus pilotos en el WRC desde que lo consiguiera el francés Didier Auriol en 1994 (Celica Turbo 4WD).

Además de un séptimo título mundial, Ogier-Ingrassia firmaron otra actuación histórica con su triunfo en el rally en Monza, con el que la dupla francesa llevó su total a 49 éxitos en el WRC (el primero en Portugal 2010), solo superado por Loeb-Elena, ganadores de 79 rallies entre 2002 y 2018. Si bien Ogier no supera a su compatriota Loeb, tiene un buen margen sobre otros referentes de la división, ya que en tercera posición se encuentra el finlandés Marcus Grönholm con 30 éxitos entre 2000 y 2007.

Grecia, Alsacia, Australia, Cataluña, Córcega, Alemania, Finlandia, Gran Bretaña, Japón, Jordania, México, Montecarlo, Polonia, Portugal, Cerdeña, Suecia, Turquía y finalmente Monza -lista que parece interminable-, son los 18 rallies en los que Sébastien Ogier subió al menos una vez a lo más alto del podio desde 2010, ningún asfalto, ripio o incluso nieve pudo resistirse al piloto francés (que, sin embargo y curiosamente, nunca ganó el Rally de Argentina). Solo Sébastien Loeb, con 23 rallies diferentes ganados, fue  el que lo hizo aún mejor. Y como símbolo, es en el Principado de Mónaco en el Rally de Montecarlo donde Ogier-Ingrassia han triunfado con más frecuencia que ninguno, acreditando seis éxitos entre 2014 a 2019, lo mismo que consiguió en México en 2013 a 2015 y luego en 2018 a 2020.

Con 2.307 puntos acumulados en su campaña en el WEC desde 2008, el dúo francés no tiene igual. Inclusive superando a Sébastien Loeb que, con 1.743 puntos desde 1999, no puede presumir de una consistencia tan increíble y a pesar de un período mucho más largo de participación!

Más allá del séptimo título conseguido vale recordar que desde 2008, en doce temporadas del WRC disputadas, Ogier e Ingrassia han sido también dos veces tercero (2011 y 2019), y una vez cuarto (2010). Una contundencia en la que el flamante séptuple supera a todo lo conocido...

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