El modelo 100% eléctrico se produjo en las instalaciones de Dresde desde 2017, y VW construyó un total de 145.561 ejemplares, incluidos los 95.160 ejemplares producidos en Wolfsburg desde 2014 hasta el pasado verano europeo.

“Es un hecho trascendental, porque el final del e-Golf marca también el comienzo de los preparativos finales para iniciar la fabricación del ID.3. En solo unas semanas, abriremos un nuevo y próximo capítulo de la Fábrica Transparente”, comentó el máximo responsable de la planta, Danny Auerswald. “Después de Zwickau, somos la segunda instalación en Europa en fabricar vehículos basados ​​en el nuevo sistema modular de transmisión electrónica. VW destaca así la importancia de las plantas de Saxon en la ofensiva electrónica de todo el grupo”.

La planta de Dresde se inauguró en 2001 y se utilizó para el montaje del VW Phaeton entre 2001 y 2016. En total, se produjeron 84.235 unidades del sedán insignia. Otras 2.186 unidades del Bentley Flying Spur también se fabricaron en dicha planta en 2005-2006 y 2013-2014, y 50.401 unidades del e-Golf, incluido el último modelo, se produjeron allí hasta hoy.

Lanzado en 2014 y actualizado en 2017, el e-Golf tiene un rango de conducción total de hasta 230 kilómetros en modo eléctrico en el ciclo WLTP. La batería de 35,9 kWh acciona un motor eléctrico que genera 137 CV.

La producción en serie del ID.3 se iniciará luego de las últimas adaptaciones de la planta en 2021.

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