El vínculo entre ambos grupos  comenzará a dar sus primeros frutos alrededor de 2022, cuando aparecerá la “Amarok de Ford”, aunque la previa a ese lanzamiento desvela a la marca alemana, que trabaja afanosamente para diferenciar su producto de la nueva Ranger de la cual derivará. El director gerente de VW Group Australia, Michael Bartsch, manifestó hace pocas horas que VW no cometería "el mismo error que cometieron Mercedes y Nissan con la X-Class” que, para colmo, tuvo en la Renault Alaskan una tercera en discordia, que no hizo más que acentuar el “parentesco” entre las tres.

Mientras se debate por tratar de evitar tal posibilidad, VW asegura que su Amarok II se venderá en distintos escenarios globales (aunque no especificó si llegará a EE.UU.) inclusive en Australia, a donde envió a una docena de diseñadores alemanes hace 18 meses para entender mejor el mercado de  pick ups de dicho país donde, precisamente, Ford está desarrollando la próxima generación de la Ranger.

El grupo alemán confía en hacer un buen trabajo para que Amarok y Ranger sean productos distintos, esfuerzo que, inevitablemente, se extenderá a los departamentos de marketing de ambas marcas que, con su gestión habitualmente manipuladora, tratarán  de evitar en última instancia los peligros de la tan temida superposición.

VW admitió que no habría una Amarok de 2ª generación si no fuera por su asociación con Ford. Sin embargo, el quid de la cuestión sigue siendo, cómo se diferenciará esta de la nueva Ranger de Ford.

Persisten rumores de que VW “tomará prestado” el tren motriz de Ford y que, además del motor IL4/2.0 litros biturbo, la Ranger sumará un nuevo V6 de 3.0 litros. Un área esta última que serviría para marcar diferencias, a la cual se podría sumar la del rendimiento TodoTerreno. Por el lado de VW, se rumorea que VW está desarrollando una Amarok R, con un IL4/TDI, biturbo, que entregaría más de 300 CV, lo que la equipararía con la Ranger Raptor.

En definitiva, el diseño de la Amarok será, desde la apariencia, una de las pocas áreas donde la marca alemana podrá marcar verdaderas divergencias y donde se centran la mayoría de los esfuerzos, inclusive más que en lo referente a trenes de impulsión y performance off road, por más que estos, en manos de los departamentos de marketing citados, se pueden transformar en argumentos de peso para acentuar “distintas filosofías”.

Expectativa del primer mundo automotriz que no incluye a nuestra apartada región, a donde la Amarok II llegaría previa carga de impuestos tributarios extra zona. Específicamente, en Argentina, país donde el modelo inició su derrotero, subsistiría tal cual lo hace en la actualidad, con distintos aportes estéticos menores, algunas actualizaciones mecánicas de distinta envergadura (¿habrá una versión naftera?), etc,  que la ayudarán a sobrevivir su decadencia en un mercado que, hoy por hoy, la tiene sensiblemente atrás de la Toyota Hilux. Cualquier intento por  aspirar a la Amarok II deberá contemplar un 35% de arancel, lo que la hará casi inalcanzable...

.....................................................................................................................