Mugen, el brazo deportivo de Honda,  ha desarrollado como firma indisoluble de la imagen que se pretende para el pequeño N-One, un spoiler delantero único que se adhiere fácilmente al paragolpes normal de la versión estándar del kei-car terminado en negro brillante. Pero ahí no se agotó su participación, también desarrolló un juego de llantas de aleación de aluminio forjado que no solo suma algo de personalidad al N-One, sino que también reducen las masas no suspendidas, lo que inevitablemente y, tal como se pretendía, beneficia al rendimiento. Y las personalizaciones recorren la célula original de kei-car con faldones laterales extendidos y una solapa sutil que extiende el alerón trasero estándar.

Desde el punto de vista de la performance, Mugen propone un nuevo sistema de escape, que incluye una salida de fibra de carbono o, si los clientes lo prefieren, una opción de titanio colorida u otra de acero inoxidable. Mugen también tiene listo un filtro de aire de alto rendimiento y también ofrece dos estilos diferentes de tapas de llenado de aceite del motor mecanizadas en aluminio.

En el habitáculo, las piezas opcionales del N-One incluyen, alfombras distintivas, pedales exclusivos y tres opciones de pomo de caja, en fibra de carbono, forrado en cuero y de aluminio. También se puede optar por calcos exteriores de fibra de carbono e insignias únicas matriculadas Mugen.

Condicionado por las limitaciones impuestas para los kei-cars en Japón, Mugen no intervino el motor. Por lo tanto, sigue siendo propulsado por el IL3/660 cm3, turboalimentado, con 63 CV. Esto no es mucho, pero si se considera el tamaño compacto del N-One y el hecho de que la mayoría de las unidades vivirá sus días en ciudades abarrotadas, alcanza y sobra.

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