Ayer, 2 de septiembre, McLaren Cars cumplió 50 años de existencia.
Una de las existencias más prolíficas del mundo automotor moderno, que bien se podría graficar con incontables hechos, innumerables fotos, cientos de protagonistas, carreras ganadas y decenas de títulos.
Sin embargo, creemos que la propuesta más elocuente para recordar la fecha proviene del espíritu del propio creador.
Un jovencísimo Bruce McLaren, que se mató a los 32 años cuando solo hacía cuatro que había fundado la compañía que todavía lleva su nombre.
Que no tuvo idea de a donde llegaría su empresa, pero que tuvo la osadía de soñarlo...

Algo que queda claramente reflejado en el monólogo del fantasma del propio Bruce, quien en un video-homenaje, y frente al mismo lugar donde se estrellara con su auto de Can-Am en Goodwood 1970, mezcla guión con realidad y reflexiona:
“…Lo que podría haber sido un final es de hecho un comienzo. Como siempre dije, hacer algo bien es tan importante que morir intentando hacerlo bien no puede ser algo insensato. Y es que la vida no se mide solo en años, sino también en logros…”