Como resultado de la decisión tomada por el grupo-madre, Mercedes-Benz informó que espera un impacto en su flujo de caja libre durante los próximos tres años, con el impacto principal en los próximos 12 meses.
"Con los acuerdos propuestos, la empresa da un paso importante hacia la seguridad jurídica con respecto a varios procesos de diésel en EE.UU", sintetizó en un comunicado.
Las automotrices alemanas, líderes mundiales en tecnología diésel, están “en la mira” de los tribunales y controladores después de que el Grupo VW admitiera en septiembre de 2015 el uso de dispositivos de control del motor para evitar las pruebas de emisiones diésel.
El fraudulento escándalo desencadenó una reacción global contra los vehículos diésel que hasta ahora le ha costado a VW 30.000 millones de euros (unos u$s 35.450 millones) en multas, sanciones, costos de recompra de vehículos y otros acuerdos, monto que podría incrementarse hasta la definitiva cancelación del caso.
Hoy, Daimler informó que había hecho suficientes provisiones para el costo esperado de los asentamientos, que fueran asumidos a principios de este año, esperando pagar alrededor de u$s 700 millones para resolver una demanda colectiva, incluida la adjudicación anticipada de honorarios y costos de abogados por parte del tribunal. También espera una cantidad media de tres dígitos en millones en euros para lograr los acuerdos.
Independientemente de esto, los inversores en Alemania también están demandando a Daimler por u$s 1.000 millones, acusándola de ocultar el uso de software de trampa de emisiones, acusaciones que Daimler ha denegado.

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