Una semana de exigentes tests en el desierto del Namib, en las cercanías de Walvis Bay, Namibia, ha significado un gran avance en lo que respecta a la preparación para el Dakar 2014 por parte del Toyota Imperial Dakar Team, el equipo que representa oficialmente a la marca en Sudáfrica.
De esta forma se inició el trabajo de preparación del equipo que lograra el tercer lugar absoluto en 2012 y el segundo en la edición 2013 de la prueba más dura y exigente del mundo, que tiene como líder al sudafricano Giniel de Villiers, quien fue el autor de estos resultados con Toyota, más una victoria absoluta en la edición 2009 del Dakar con VW Touareg.
Junto con quien tendrá su bautismo en el Dakar, el también sudafricano Leeroy Poulter, y la última versión de la Hilux, el equipo desarrolló su trabajo en un amplio espacio del desierto a 32 kilómetros al sudoeste de Walvis Bay y a 18 kilómetros del Océano Atlántico, que baña las costas de Namibia en Africa.

Según Glyn Hall, responsable principal del equipo, “el campeonato sudafricano de cross country nos brinda la oportunidad de probar la confiabilidad de los distintos elementos de los vehículos. Para desarrollar el resto, venimos aquí, a Namibia, donde la geografía es muy similar a la de las zonas costeras sudamericanas por donde transitará el Dakar, especialmente, el desierto de Atacama, reputado como el más seco del mundo”.
El equipo realizó durante estas pruebas un amplio trabajo basado en la puesta a punto de chasis y suspensiones, aerodinámica, frenos, nuevas relaciones de caja y un nuevo sistema de aire acondicionado, elemento vital muy apreciado por pilotos y navegantes.
Mientras de Villiers realizaba la mayoría de los ensayos, Poulter se centró en trabajar con la Hilux en dunas y médanos de arena, un terreno al cual no estaba muy habituado.

Si bien se evaluaron varias posibilidades de motorizaciones, se decidió continuar con el confiable V8/5.0 litros que tan buenos resultados brindó en las últimas ediciones del Dakar, motor que cuenta con una innegable ventaja respecto a cualquier nueva opción, habida cuenta de que es la misma unidad que se utiliza para el campeonato sudafricano.
En resumen, fueron unos 2.000 kilómetros de fructíferas pruebas y según los responsables, se lograron buenos avances en materia de puesta a punto de las suspensiones y se cumplieron con la mayoría de las pautas fijadas para los ensayos.
De esta forma, Giniel de Villiers, redobla la apuesta una vez más, convertido en candidato por definición, a partir de su carácter de desafiante obligado del X-Raid, el equipo más poderoso del cross country en la actualidad.