19/11/2019. La administración del Estado manifestó ayer que detendrá todas las compras de vehículos nuevos de las citadas automotrices para las flotas estatales, debido a que estas respaldan al presidente Trump en su intento por despojar a California de la autoridad para regular sus emisiones...
Entre 2016 y 2018, California compró vehículos de GM por U$S 58.6 millones, de FCA por U$S 55.8 millones, de Toyota por U$S 10.6 millones y adquirió por valor de U$S 9 millones unidades de Nissan.
En octubre pasado, GM, Toyota, FCA y otros miembros de la asociación comercial Global Automakers respaldaron los esfuerzos de la administración Trump para impedir que California establezca estándares propios de emisiones de gases de escape, bastante más rígidos que los estándares nacionales propuestos por Washington.
A partir de enero, el estado solo comprará unidades a automotrices que reconozcan la autoridad legal de California para establecer sus propios estándares de emisiones. Estos fabricantes incluyen a Ford, Honda, BMW y el Grupo VW, que llegaron a un acuerdo con California en julio para acatar sus estándares revisados de emisiones. "Las automotrices que optaron por ‘el lado equivocado de la historia’ estarán en el extremo perdedor del poder adquisitivo de California", manifestó en un comunicado el gobernador de California, Gavin Newsom. El estado también reveló que ya no permitirá a las agencias estatales comprar sedanes propulsados por motores de combustión interna, con excepciones para ciertos vehículos de seguridad pública.
El viernes de la semana pasada, California y otros 22 estados impugnaron la decisión de la administración Trump de revocar la autoridad legal de California para establecer reglas propias de emisiones de escape de los vehículos y requerir un número creciente de unidades con “cero emisiones”.
Los requisitos finales de la administración Trump se esperan para los próximos meses, aunque se anticipa que estos aumenten modestamente la eficiencia del combustible en comparación con la propuesta inicial, con varias automotrices anticipando aumentos anuales de alrededor del 1,5%, medidas que serían mucho menos estrictas que las reglas que oportunamente propusiera la administración Obama.
