Podría decirse que el X-Raid comenzó a preparar el Dakar 2014 en esta Baja España-Aragón 2013.
Con Nani Roma potenciándose en lo que, probablemente, sea su mejor temporada previa a un Dakar; con el retorno de Peterhansel que no competía desde enero, “desperezándose” para iniciar su propia puesta a punto; con Holowczyc tratando de averiguar donde está parado luego de la dura lesión de sus costillas en el último Dakar y con Terranova buscando su propio ritmo en su segunda carrera con el Mini.
A la flor y nata del X-Raid, la acompañó Stephan Schott con otro Mini con la misión de “barrer” la ruta por si pasaba algo con alguno de sus compañeros y, en este caso, el único BMW X3 del equipo a cargo del argentino Adrian Yacopini, tomando contacto por primera vez con un auto del pelotón de adelante.

Poca oposición podían ofrecer ante tamaño despliegue, el solitario buggy de Jean Louis Schlesser, tratando de defender su posición en el torneo de la especialidad, un trío de Toyota Hilux del Overdrive con Nuncio Coffaro a la cabeza, el Hummer de Zapletal y los rendidores HRX Ford holandeses (Ten Brinke, Van Loon y Huznk).
Y tal como se suponía, fue dominio absoluto del X-Raid con algunas internas que le pusieron sal a una prueba disfrutada por los locales como pocas.
Es que al triunfo del español Roma, quizás el más comprometido por cantidad y calidad de rivales, se le sumó la apabullante demostración de su connacional Joan Barreda y su Honda frente a las Gas-Gas de Marc Guasch y Jordi Viladoms (vendrán al Dakar 2014) y otro tanto sucedió con Manuel Borrero ganando en Camiones por apenas 3m47s sobre la portuguesa Elisabete Jacinto, en lo que fue un dominio total de MAN que copó los tres primeros lugares.

Y cuando nos referíamos a “algunas internas”, estas tuvieron que ver con una circunstancia no menor que cobró vigencia cuando se le rompió un disco de freno al Mini de Peterhansel, quien venía dominando la prueba en los primeros tramos disputados el sábado, y el campeonísimo francés perdió más de 15 minutos.
El inconveniente, además de ponerlo adelante a Roma ante la satisfacción del público, le brindó la prueba el único interrogante válido: ¿hasta donde podría recuperar Peterhansel?. Habida cuenta de que el incidente lo había dejado cuarto con Terranova ubicado 2º (a 6m42s de Roma) y Holowczyc 3º (a 9m15s del líder).

El resto, como decíamos, contaba poco y mientras tanto, Yacopini, le tomaba la mano al Be-eme ubicándose 26º.
El domingo tal como se preveía, Peterhansel recuperó en forma espectacular y rebanó la mitad de la ventaja que le había sacado Roma (impresionante, considerando que era una Baja de alrededor de 1.000 kilómetros) aunque solo le alcanzó para ser tercero a 7m38s de Roma y a poco más de tres minutos en relación a Terranova que, aunque menos, también le descontó al español.
Por su parte, Yacopini trepaba hasta el 14º lugar, pese a que una penalización de cinco minutos del día anterior, le impidió ascender más en el clasificador.

Buen ensayo general del X-Raid demostrando que, salvo la rotura del disco de freno del Mini de Peterhansel, sus autos son muy confiables y muestran sensibles diferencias con el resto.
En poco más de 14 minutos se agruparon los cuatro Mini, con Coffaro a 47 minutos de la punta y Schlesser, 15 segundos atrás de este.
Esto planteó un poco la síntesis de lo que podrá esperarse a futuro, al menos, con este nivel de rivales. Seguramente, con los Buggies V8 de Qatar, algún que otro SMG o algunas Toyota de Overdrive en manos más experimentadas, o el propio De Villiers, las cosas podrían cambiar, aunque no sabemos hasta donde.

Buen ensayo para los argentinos de esta Baja, con Yacopini buscando integrarse a un nivel superior y Terranova que necesita lograr un ritmo más consistente para estar a nivel de pelear por el primer lugar, aunque…en eso está. El Rally de Marruecos, prólogo del Dakar para el mendocino, seguramente, lo verá más afiatado y más cerca…