Industria Automotriz
EMISIONGATE
ALTOS EJECUTIVOS DE VW ACUSADOS
24/09/2019. El CEO actual Diess, el presidente Poetsch y el ex CEO Winterkorn enfrentan cargos criminales en relación con el escándalo del engaño diesel, los dos primeros acusados de manipulación en el mercado de valores…
Los dos principales líderes del Grupo VW, el CEO Herbert Diess y el presidente Hans Dieter Poetsch, fueron acusados de manipulación del mercado en Alemania por no haber informado a los inversores lo suficientemente temprano sobre las consecuencias del escándalo provocado por las fraudulentas emisiones de sus diesel. El ex CEO Martin Winterkorn (quien renunció unos días después del estallido del escándalo, en septiembre de 2015) también fue acusado en el caso.
Según los fiscales en Brunswick, en el estado natal de VW, Baja Sajonia, Alemania, que presentaron la acusación, los ejecutivos no informaron intencionalmente a tiempo a los inversionistas sobre el impacto financiero del escándalo.
Por su parte, VW confía en que cumplió con todas las obligaciones de informes según la ley de mercados de capitales. "La compañía ha investigado meticulosamente este asunto con la ayuda de expertos legales internos y externos durante casi cuatro años. El resultado es claro: las acusaciones carecen de fundamento", manifestó en un comunicado Hiltrud Werner, miembro de la junta directiva de VW para asuntos legales e integridad."Si hay un juicio, estamos seguros de que las acusaciones serán infundadas", amplió.
Diess mantendrá su rol como CEO y continuará defendiéndose con todos los medios legales, dijeron sus abogados, puntualizando que el ejecutivo se unió al grupo en julio de 2015 (como jefe de la marca VW) y no era previsible para él que los problemas con el diesel tendrían consecuencias financieras relevantes para el mercado de capitales.
Con sus cargos más altos ahora “en la mira”, VW se enfrenta a un dramático revés en el escándalo que ha perseguido al grupo desde septiembre de 2015, cuando la compañía admitió que utilizó un software en 11 millones de vehículos diesel para engañar en las pruebas de emisiones. Engaño que no solo afectó a grupo y marca –eso sería hasta “lo de menos”- , sino a una de las tecnologías más brillantes en la historia de la industria automotriz.
El costo por semejante fraude se estima ha llegado hasta el momento a los U$S 33.000 millones, en multas y otros gastos, cuenta que todavía dista bastante de ser definitiva.
Volviendo a la investigación de manipulación del mercado, esta fue impulsada por el regulador financiero de Alemania, Bafin, que a mediados de 2016 pidió a los fiscales que investigaran a Winterkorn y Diess. Tres meses después, Poetsch fue agregado como sospechoso.
El abogado de este último manifestó que el cargo a su defendido era "inverosímil e infundado". Según el profesional, Poetsch, quien era el director financiero de VW cuando estalló el escándalo, no pudo haber previsto que las manipulaciones de los gases de escape fueran deliberadas, así como tampoco las sanciones financieras de las autoridades estadounidenses.
El abogado de Winterkorn, por su parte, declaró que el ex CEO no tuvo conocimiento temprano sobre el software de control de emisiones de motor prohibido en los vehículos diesel del grupo. “La información esencial que habría permitido a Winterkorn juzgar los problemas correctamente no le llegó en el momento correcto”, sintetizó.
Las acciones de VW perdieron hasta un 37% de su valor en los días posteriores al estallido del escándalo. Si los inversores hubieran sabido sobre el engaño de VW, podrían haber vendido acciones antes o no haber realizado adquisiciones, argumentaron los demandantes.
"Debido a las considerables consecuencias financieras derivadas de la naturaleza explosiva del problema, los demandados sabían que el mercado de capitales tenía que ser informado. Sin embargo, se abstuvieron deliberadamente del anuncio ad-hoc necesario para mantener el precio de las acciones de VW en el mercado de valores y evitar pérdidas de VW AG, aunque perjudicando notoriamente a los inversores", concluyeron en esta instancia los fiscales de Brunswick.
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Según los fiscales en Brunswick, en el estado natal de VW, Baja Sajonia, Alemania, que presentaron la acusación, los ejecutivos no informaron intencionalmente a tiempo a los inversionistas sobre el impacto financiero del escándalo.
Por su parte, VW confía en que cumplió con todas las obligaciones de informes según la ley de mercados de capitales. "La compañía ha investigado meticulosamente este asunto con la ayuda de expertos legales internos y externos durante casi cuatro años. El resultado es claro: las acusaciones carecen de fundamento", manifestó en un comunicado Hiltrud Werner, miembro de la junta directiva de VW para asuntos legales e integridad."Si hay un juicio, estamos seguros de que las acusaciones serán infundadas", amplió.
Diess mantendrá su rol como CEO y continuará defendiéndose con todos los medios legales, dijeron sus abogados, puntualizando que el ejecutivo se unió al grupo en julio de 2015 (como jefe de la marca VW) y no era previsible para él que los problemas con el diesel tendrían consecuencias financieras relevantes para el mercado de capitales.
Con sus cargos más altos ahora “en la mira”, VW se enfrenta a un dramático revés en el escándalo que ha perseguido al grupo desde septiembre de 2015, cuando la compañía admitió que utilizó un software en 11 millones de vehículos diesel para engañar en las pruebas de emisiones. Engaño que no solo afectó a grupo y marca –eso sería hasta “lo de menos”- , sino a una de las tecnologías más brillantes en la historia de la industria automotriz.
El costo por semejante fraude se estima ha llegado hasta el momento a los U$S 33.000 millones, en multas y otros gastos, cuenta que todavía dista bastante de ser definitiva.
Volviendo a la investigación de manipulación del mercado, esta fue impulsada por el regulador financiero de Alemania, Bafin, que a mediados de 2016 pidió a los fiscales que investigaran a Winterkorn y Diess. Tres meses después, Poetsch fue agregado como sospechoso.
El abogado de este último manifestó que el cargo a su defendido era "inverosímil e infundado". Según el profesional, Poetsch, quien era el director financiero de VW cuando estalló el escándalo, no pudo haber previsto que las manipulaciones de los gases de escape fueran deliberadas, así como tampoco las sanciones financieras de las autoridades estadounidenses.
El abogado de Winterkorn, por su parte, declaró que el ex CEO no tuvo conocimiento temprano sobre el software de control de emisiones de motor prohibido en los vehículos diesel del grupo. “La información esencial que habría permitido a Winterkorn juzgar los problemas correctamente no le llegó en el momento correcto”, sintetizó.
Las acciones de VW perdieron hasta un 37% de su valor en los días posteriores al estallido del escándalo. Si los inversores hubieran sabido sobre el engaño de VW, podrían haber vendido acciones antes o no haber realizado adquisiciones, argumentaron los demandantes.
"Debido a las considerables consecuencias financieras derivadas de la naturaleza explosiva del problema, los demandados sabían que el mercado de capitales tenía que ser informado. Sin embargo, se abstuvieron deliberadamente del anuncio ad-hoc necesario para mantener el precio de las acciones de VW en el mercado de valores y evitar pérdidas de VW AG, aunque perjudicando notoriamente a los inversores", concluyeron en esta instancia los fiscales de Brunswick.
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