Casi coincidiendo con el anuncio de su prototipo eléctrico de la Serie F arrastrando cientos de miles de kilos en forma de vagones con doble piso ocupados con más de 40 pick ups F-150 nafteras (como anteriormente se hiciera con otros vehículos remolcando Jumbos, trenes, etc, etc, en fenomenales demostraciones “marketineras” que poco aplican con las funciones específicas del producto) la noche anterior surgió la noticia de una demanda colectiva que acusaba a Ford de pruebas de ahorro de combustible falsificadas. La demanda, presentada ayer en el Tribunal de Distrito de EE. UU. en el Distrito Este de Michigan, por la firma de abogados Hagens Berman en Seattle, solicita U$S 1.200 millones en daños y perjuicios para los clientes que, según afirma la demanda, dicen estar en condiciones de demostrar que sus vehículos, de la marca aludida, gastan demasiado en combustible.
La acción legal se basa en la investigación criminal del Departamento de Justicia (DOJ) de los procedimientos de prueba de Ford para la Ranger 2019 realizados en abril, aunque la demanda civil también alcanza a la Serie F, afirmando que los usuarios gastan bastante más de lo que presupuestaron.
“Hicimos los cálculos y basamos esta demanda en nuestra propia investigación independiente. Las promesas de economía de combustible de Ford son humo y espejos", manifestó Steve Berman, socio gerente de Hagens Berman, a Detroit Free Press . “Las mentiras de Ford sobre la F-150 están ocultando la verdad: los consumidores están pagando mucho más por estos vehículos de lo que parece. Durante su vida útil, creemos que los propietarios de F-150 están gastando más de U$S 2.000 de más a causa del consumo de combustible".
El portavoz de Ford, TR Reid, informó que el fabricante de automóviles aún no había recibido la notificación, agregando que "lo que se anunció hoy parece ser similar a otros dos documentos presentados por el mismo bufet de abogados en el mismo tribunal. Solicitamos no confundir las reclamaciones con el mérito".
Sin embargo, Free Press sugiere que la demanda civil tiene mérito.
En febrero de este año, Ford manifestó que sus empleados, a través de un informe anónimo de septiembre de 2018, habían expresado su preocupación sobre la forma en que la marca calculaba las cargas en ruta que se utilizan para proporcionar a la Agencia de Protección Ambiental los rangos de rendimiento m/p/g (millas por galón) de los vehículos.
En ese momento, Ford amplió que había comenzado una investigación interna sobre si sus vehículos tenían un rendimiento de combustible peor, emitiendo mayor contaminación que las correspondientes a autos, camiones y SUV de las versiones 2017.
El Departamento de Justicia está centrando sus esfuerzos exactamente en esto, con la esperanza de determinar si Ford manipuló los datos o los procedimientos de prueba, específicamente a través de la reducción intencional de la resistencia al rodado.
De acuerdo con la demanda, los afectados realizaron sus propias pruebas utilizando los procedimientos exigidos por EPA (Agencia de Protección Ambiental de EE.UU.) y encontraron que Ford exageró la economía de combustible en sus F-150 en un 15% en ruta y un 10% en ciudad.
Sin embargo, los procedimientos de prueba deberían ser revisados y, eventualmente, optimizados para ser tomados como serios, aunque es probable que cualquier prueba, que realmente afecte a la compañía, provenga de la investigación del DOJ.
La investigación aún está en curso, pero Ford ya ha manifestado que "no puede asegurar de que la investigación no tendrá un efecto adverso importante" para la empresa. Actualmente, la compañía está cooperando con el Departamento de Justicia mientras continúa sus propias investigaciones internas sobre la posibilidad de que cálculos matemáticos incorrectos afecten los datos de kilometraje y emisiones presentados ante los reguladores.
Fuente: Automotive News.