Industria Automotriz
LANZAMIENTO
NUEVO CORVETTE, ¿SER UNA “FERRARI BARATA” ALCANZA?
19/07/2019. Con cambios radicales en su arquitectura y filosofía (chau, motor delantero; chau, conductor “sobre el diferencial”…) intenta ponerse a la par de otros rivales globales (Porsche 911, Audi R8, Mercedes-AMG-GT, la propia Ferrari 488, etc…), costando bastante menos, pero abandonando el tradicional “espíritu americano” y en el peor momento de los deportivos en la historia…
Probablemente, las razones habría que buscarlas empezando por la frase de cabecera del presidente de GM, Mark Reuss, cuando, en el nacimiento del día de hoy presentó en California el nuevo Corvette 2020, el primero con un diseño de motor central, ubicado atrás del puesto de conducción y por delante del eje trasero del vehículo: "Creímos que el diseño con motor delantero tradicional de nuestro deportivo había llegado al límite de su rendimiento, lo que requería un nuevo diseño".
Confesión esclarecedora que, a la par de sorprender a muchos, desencantó a otros tantos. Que bien explica las razones que llevaron a un cambio que fue, por lejos, el más radical que sufrió uno de los modelos más tradicionales de la industria automotriz de los EE.UU., aunque no se hace cargo de sus más de 65 años de historia.
Precisamente, este contrasentido será uno de los mayores desafíos para el Corvette de octava generación y que, singularmente, no tiene nada que ver con la rapidez con la que puede hacer el 0-100 o cuán velozmente puede doblar en tal o cual curva.
Porque el Corvette 2020, que recupera el nombre Stingray como un intento por “contentar” a los usuarios más tradicionalistas, propone ser uno de los vehículos técnicamente más avanzados que General Motors ha construido en su historia, pero le da la espalda a fundamentos que lo convirtieron en uno de los íconos más representativos del ámbito automotor de EE.UU.
Como bien puntualizó Automotive News, “El nuevo Corvette es un barómetro de la ingeniería de GM en una era de tecnología que cambia rápidamente”.
Proporcionará una prueba concluyente del sistema de desarrollo de productos de GM, sus métodos de prueba y validación y sus procesos de control de calidad. Aunque también deberá superar problemas técnicos, al adoptar la nueva arquitectura eléctrica digital de reducción de cables de GM, su chasis avanzado de materiales ligeros y mixtos, estructurado con piezas de aluminio fundido a presión fabricadas en una planta de motores, frenos eléctricos y otras innovaciones, lo que de lograrse podría ser un buen augurio para GM, ya que se acerca a la producción de vehículos totalmente autónomos, que compartirán algunas de las mismas tecnologías con el nuevo Corvette. Y, lo que no es menos importante, los sistemas informáticos de Corvette rediseñados, y la velocidad a la que se comunican interna y externamente, determinarán la perfecta transición de GM hacia los vehículos autónomos y la gran cantidad de procesamiento de datos que requieren.
Pero, volviendo a la propuesta original con que encabezamos, y más allá de que Reuss insistiera con frases como "Corvette siempre ha representado el pináculo de la innovación y los límites al presionar a GM" o “En términos de comodidad y diversión, el nuevo modelo todavía se ve y se siente como un Corvette, pero funciona mejor que cualquier otro vehículo en la historia de Corvette", le damos la derecha a los tradicionalistas que, en definitiva, lo merecen por haber sido los responsables principales del exitoso paso del Corvette a través de la historia…
El nuevo C8 propone una nueva versión del clásico motor V8 de block pequeño de Chevrolet. Mantiene el desplazamiento de 6.2 litros del motor anterior, pero tiene el cigüeñal una pulgada (25,4 mm) desplazado hacia abajo para ponerse más en línea con el eje de transmisión. El diseño “ayuda a mejorar el manejo”, según GM. Siempre con aspiración natural tiene una potencia nominal de 495 HP y 470 lb/ft (65 kgm) de torque.
GM no mencionó ningún motor futuro como opción, sin embargo, como parte de la inversión de la planta de Bowling Green, se instaló una nueva línea de motores para el Cadillac V8 Blackwing biturbo, lo que hace factible que alguna versión superior del nuevo Corvette pueda acceder a este.
El nuevo Corvette también utiliza la primera transmisión de doble embrague A8 de Chevrolet, una caja de cambios fabricada por Tremec, que permite al conductor cambiar manualmente o conducirlo como automático. Por primera vez en décadas, no se anunció transmisión manual para el nuevo Corvette, algo que tampoco le hará mucha gracias a los más conservadores…
Un sistema de suspensión rediseñado que cuenta con bobina sobre los amortiguadores, dirección eléctrica revisada y el primer sistema de frenos eléctricos para el Corvette, que elimina el servofreno accionado por vacío reemplazado por una unidad electrónica que se puede ajustar para diferentes condiciones de manejo, suman novedades. Otra característica de la suspensión incluye un sistema que eleva automáticamente la parte delantera del auto en aproximadamente 1,5 pulgadas (38 mm) para proteger la parte inferior de la carrocería de los baches, lomos y desniveles.
La plataforma de vehículo digital que es la base de las futuras tecnologías electrónicas, según GM, reduce el cableado y permite una transmisión más rápida de la señal entre diferentes sistemas de vehículos. Los vehículos que utilizan la nueva arquitectura eléctrica se pueden actualizar a través de la programación “por aire”.
El chasis está construido utilizando el proceso de materiales mixtos introducido en el Cadillac CT6 y luego empleado en alto volumen en las pick ups Chevrolet Silverado y GMC Sierra. Con los materiales mezclados, los ingenieros de GM utilizan diferentes metales con diferentes espesores en distintos sectores del chasis: el metal correcto, en la cantidad correcta, en el lugar correcto... El enfoque reduce el peso, aunque aumenta la resistencia.
No obstante, el Corvette 2019 pesa unos 1.494 kilos, contra 1.524 kilos del nuevo 2020, aunque esto se manifiesta por el agregado de nuevos equipamiento y otros dispositivos.
La configuración de motor central-trasero del Stingray 2020 le posibilitó al equipo de Mike Simcoe (responsable del equipo de diseño) la oportunidad de realizar los mayores cambios, tanto adentro como afuera, desde que se introdujo el Corvette en 1953. Simcoe declaró que el nuevo diseño exterior “está inspirado en aviones de combate y autos de F1”. Pero la forma aerodinámica del auto también dictó la configuración del interior. Primero, como no hay un motor adelante, la cabina se desplazó en ese sentido 42 centímetros respecto al Corvette 2019, disposición que también permitió bajar el panel de instrumentos, que incorpora una pantalla reconfigurable de 12”.
Los usuarios pueden elegir entre tres tipos de asientos, aquellos diseñados para conducir en la calle o asientos de competencia para el uso en pista. El interior está decorado con cuero cortado y cosido, incrustaciones de metal real, rejillas de acero inoxidable para los parlantes y detalles de fibra de carbono opcionales. A diferencia de muchos otros deportivos, el nuevo Corvette tiene lo que parece ser un baúl de carga más que razonable (357 litros), y eso podría ser una gran ventaja sobre los roadsters y cupés rivales en un mercado que está cambiando velozmente amenazado, cada vez más, por SUV, pick ups full y crossover.
A pesar de los grandes cambios técnicos, no hay garantías de que el nuevo Corvette represente grandes ganancias para GM. Las ventas de autos deportivos se han derrumbado en los últimos tiempos... Incluso hasta los más accesibles han tenido problemas.
En los primeros seis meses de 2019, Porsche vendió solo 4.620 unidades del 911 en los EE.UU. (que arranca en poco más de U$S 90.000), al 718 le fue todavía peor, con 2.155 ventas hasta junio, y el vehículo más vendido de la marca es un crossover, el Macan, con 9.711 ejemplares comercializados en la primera mitad de este año en EE.UU. Los concesionarios Chevrolet, por su parte, vendieron 9.731 Corvette, aproximadamente, un 5% menos que en el mismo período de 2018…
"El Corvette moviliza una base de fanáticos apasionados pero es un grupo pequeño y no necesariamente representan a la próxima generación de clientes del modelo", manifestó Jessica Caldwell, analista de Edmunds. "Pasar a un formato de motor central muestra que Chevrolet no teme correr riesgos para mantener vigente al Corvette, pero hay que preguntarse si será suficiente para entusiasmar a los compradores más jóvenes", ahí está la verdadera cuestión respecto al futuro del modelo.
Razón por la cual, los muchos que lo sentenciaron como “una Ferrari de menos de 60.000 dólares”, convirtiendo al nuevo Corvette en poco menos que “una ganga”, sería oportuno que también se preguntaran, ¿Cuántos serán los que se conformen con “una Ferrari con un moño dorado en la parrilla!!!”?
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