"En el supuesto caso de que un 20/30% de nuestras ventas fueran de unidades electrificadas (con batería eléctrica e híbridos enchufables) para 2025, significa que al menos el 80% de los vehículos restantes tendrá un motor de combustión interna", manifestó Klaus Froelich, miembro de la junta directiva para el desarrollo de BMW Group, en la reunión NextGen de Münich a principio de esta semana, para luego ampliar que, “el grupo espera que los motores diesel sobrevivan por lo menos 20 años más y los motores alimentados con nafta por al menos 30 años”. Y al respecto, se explayó, "vemos áreas sin infraestructuras de recarga eléctrica, como Rusia, Medio Oriente y el interior de China, por lo que dependerán de los motores de combustión interna por otros 10 o 15 años".
Profundizando, Froelich predijo que los sectores costeros de China y las grandes ciudades como Pekín y Shanghai tendrán posibilidades de electrificación por baterías ”solo en unos 10 años”, mientras que Europa será más receptiva a los vehículos híbridos enchufables. En EE. UU., los vehículos con baterías se venderán principalmente en la costa oeste y en parte de la costa este, pero no se convertirán en la corriente principal.
"El cambio hacia la electrificación está sobrevalorado", sentenció Froelich. “Los vehículos 100% eléctricos cuestan más en términos de materias primas para la fabricación de baterías. Esto continuará y podría empeorar a medida que aumente la demanda por estas materias primas".
No obstante, quedó en claro que si bien los motores de combustión interna permanecerán en BMW por un buen tiempo, su portfolio se reducirá drásticamente.

Por el lado de los diesel, BMW abandonará la unidad de tres cilindros y 1.5 litros, porque es demasiado caro encuadrarlo dentro de las estrictas normas de emisiones de Europa, único escenario donde se utiliza dicha unidad.
Lo propio sucederá con el diésel de seis cilindros, cuatro turbos y 400 CV que se ofrece en el 750d Premium, que no será reemplazado porque es demasiado costoso y complicado de fabricar. BMW continuará desarrollando motores diésel de cuatro y seis cilindros, pero no tendrán más que tres turbos…
Respecto a los nafteros, “los días del motor V12 están contados”, dijo Froelich. "Todos los años, tenemos que invertir para actualizar el V12 de acuerdo a las nuevas regulaciones de emisiones, particularmente en China. El V12 equipa alrededor de solo 5.000 unidades vendidas al año en todo el mundo, incluyendo Rolls-Royce, y el costo de esas actualizaciones, de varios miles de euros por unidad, ya está resultando muy caro".
Sin embargo, sorprendentemente, el ejecutivo de BMW comentó que la compañía está trabajando en un caso puntual “de negocio” para mantener el V8 naftero que, convenientemente electrificado, puede atenuar los gravámenes que pesan en mercados como Gran Bretaña y Francia para las unidades aspiradas no electrificadas.
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