Es la primera ocasión que un Range Rover tendrá un motor naftero de seis cilindros en línea. Será reemplazo del basado en el Ford V6 de 340 CV que se usó hasta el momento, estará disponible en dos versiones, 355 CV (para la variante P360) y 395 CV (P400) y será producido en la planta JLR de Wolverhampton.
Su utilización se ampliará a los deportivos y sedanes Jaguar que durante medio siglo (entre los ’50 y los ’90) montaron unidades straight-six, destacando su suavidad y potencia casi como una firma registrada.
El nuevo motor, que comparte muchas de sus partes internas con el motor de cuatro cilindros Ingenium de 2.0 litros, (su arquitectura mantiene el diámetro de cilindros y carrera de pistón de estos, a los que agrega dos cilindros con capacidad de 500 cm3 cada uno) será el primer gran paso para cortar el vínculo con Ford, al reemplazar al V6 de este origen en el cual estuvieron basados todos los propulsores de JLR desde su venta a Tata Motors en 2008 (Ford continuará suministrando motores V6 y V8 a JLR, pero a partir del Ingenium-6 se acelerará su reemplazo).

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