El motor SkyActiv-D 2.2 de Mazda se ha ganado un lugar entre los más destacados turbodiésel que existen. Instalado en el modelo CX-5, el cuatro cilindros nipón combina ahorro de combustible (21,3 km/litro) con un par motor excelente (45,4 kgm), a tal punto que la marca anticipó ayer planes muy ambiciosos a partir de la incorporación de dicho motor a la versión estadounidense del Mazda6, precisamente, para desembarcar en el escenario convertido, gracias a las malas artes de VW, en el “Waterloo de los gasoleros”.
Dicho motor, de ciclo diésel biturbo, con 2.2 litros y tecnología SkyActiv-D sigue siendo, básicamente, el mismo que en la anterior generación. Sin embargo, una serie de mejoras le permiten cumplir con la última normativa anticontaminación Euro 6D temp, lo que no le impide desarrollar una saludable potencia máxima de entre 150 y 184 CV de acuerdo a los distintos mercados.
Mazda trabajó de cerca con todos los organismos estatales y federales correspondientes en EE.UU. para la homologación de su motor, como la exhaustiva Junta de Recursos del Aire de California (California Air Resources Board, CARB), y para asegurar que el motor Skyactiv-D 2.2 satisfaga los estándares de emisión exigidos y apruebe todas las regulaciones pertinentes.
Esta actitud “a contracorriente” con respecto a su compromiso con el diésel, y más aún en un mercado como EE.UU, responde a una apuesta por este combustible que pronto será refrendada con otro lanzamiento. Es bien sabido que Mazda destaca que los motores diésel son mejores que los híbridos y los eléctricos. Al respecto, Jeff Guyton, presidente y CEO de Mazda Motor Europe opinó que, "no nos vamos a dar por vencidos con los diésel, son mejores que los híbridos", y fue todavía más allá al apuntar, "la conducción eléctrica no es realmente incorrecta, pero actualmente no es económica ni ambientalmente inteligente".
Esta decisión de Mazda, dada a conocer oficialmente pocas horas atrás, es coincidente con la de Audi, precisamente, una de las marcas del grupo VW e involucrada en el escándalo de los diésel originado en EE.UU y que todavía hoy es tema urticante para el grupo alemán, que presentó la nueva generación de los S6, S6 Avant, S7 y apenas ayer, el nuevo S5, equipados con el motor que, al parecer, se propone como “caballito de batalla” de la marca en materia gasolera: el V6/3.0 litros de 350 CV. Motor que si bien tiene unos CV menos que los V8/4.0 litros nafteros que reemplaza (alrededor de 100 CV) acusa un promedio de 16 km/litro de gasoil, según la marca, un 19% menos de consumo que sus predecesores, con un significativo aumento de par motor (71,3 kgm contra 56 kgm del naftero) y la misma máxima de 250 km/h.
Todo gracias a la aplicación de la tecnología mild hybrid, por primera vez en los modelos Audi citados, donde un alternador de 48 voltios actúa como corazón del sistema de hibridación y un convertidor rebaja este número para que haga funcionar los componentes del sistema eléctrico de 12 volts. El centro de energía es una batería de ión-litio situada bajo el baúl. El conjunto aumenta la eficiencia de los vehículos, ya que cuando entre 55 y 160 km/h se deja de acelerar, el auto puede mantener el ritmo durante 40 segundos con el motor completamente apagado, ahorrando combustible. El sistema de gestión de la mecánica decide en cada momento qué es mejor, si circular con el impulso o recuperar la energía cinética. Este dispositivo se complementa con un compresor eléctrico que interviene para que la potencia pueda manifestarse incluso a bajas revoluciones (además del sistema Start/Stop), que funciona a partir de 22 km/h, y que vuelve a encender el motor en cuanto el vehículo que va delante empieza a avanzar.
Como se advierte, inclusive destacado por una de los protagonistas en el engaño de la emisiones, el diésel no solo tiene adeptos y cultores, sino mucho por decir y, en este caso, Mazda se convierte en “vocero”, señalando que, "el pensamiento respecto a la actual movilidad eléctrica no es inteligente, ni económica ni ambientalmente (n.d.l.r., todavía nadie explicó cómo se van a eliminar las baterías cuando se agoten totalmente) al menos en este momento. Los procesos y materiales necesarios para fabricar una batería y un motor eléctrico son difíciles de obtener y consumen mucha energía. Nosotros creemos que hay una mejor manera por ahora y por eso hemos desarrollado los motores nafteros y diésel SkyActiv, porque los motores de combustión todavía durarán mucho tiempo. En lugares donde la red eléctrica no esté totalmente difundida, un coche totalmente eléctrico es absolutamente insignificante y eso sucede en la gran mayoría de la Tierra. Entonces, el uso más inteligente de los combustibles fósiles es la mejor solución".

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