A medida que la electrificación avanza, comienza a mostrar su costado más realista en el marco de lo que, en origen, prometía ser una verdadera “panacea del transporte”.
Al tema no resuelto de la generación de electricidad a través de usinas alimentadas por combustibles fósiles y la incertidumbre respecto al descarte de las baterías de litio una vez agotada su vida útil, se le suma ahora, una cuestión que podría tener consecuencias más inmediatas que, momentáneamente, hasta podrían hacer olvidar del “efecto invernadero”.
En el marco de la euforia de VW con su rimbombante anuncio de 70 nuevos modelos eléctricos para 2028, acelerando el lanzamiento de vehículos con cero emisiones para intentar “limpiarse” de una vez por todas del fraude que provocó con el engaño de las emisiones de sus motores diésel, la marca alemana asumió que su agresivo impulso para lanzar autos eléctricos la obligará a cancelar puestos de trabajo.
"La realidad es que la fabricación de un vehículo eléctrico implica un 30% menos de trabajo que la de un mismo vehículo con un motor de combustión interna", explicó Herbert Diess, CEO de VW, en la conferencia de prensa donde se dieron a conocer los resultados anuales de la compañía en Wolfsburgo, Alemania. Y como para que nadie se ponga a hacer cuentas que terminarían confundiéndolo, fue todavía mucho más elocuente, "eso significa que debemos hacer recortes de empleos, y lograr esto solo a través de la fluctuación y la jubilación parcial será difícil".

.....................................................................................................................................................................................................