Industria Automotriz
COYUNTURA
RENAULT VS. NISSAN, SE VIENE EL PRIMER ROUND…
12/02/2019. Todo indica que Renault y Nissan van rumbo a su primer gran enfrentamiento sobre quién será el próximo presidente de la última en reemplazo de Carlos Ghosn, aún bajo custodia acusado de irregularidades financieras...
Poco después del arresto de Ghosn, el 19 de noviembre pasado, el CEO de Nissan, Hiroto Saikawa, manifestó que Ghosn sería destituido como presidente. Se espera que esto se lleve adelante y que tanto Ghosn, como Greg Kelly, miembro de la junta de Nissan acusado de ayudar al imputado, sean destituidos como directores en una reunión extraordinaria de accionistas que tendrá lugar el próximo 8 de abril.
Renault, como socio controlador de la alianza con Nissan y Mitsubishi, esgrime que tiene el derecho de nombrar al próximo presidente de Nissan bajo el acuerdo-maestro de la alianza. Decisión que cuenta con el apoyo del gobierno francés, el mayor accionista de la automotriz francesa.
El nuevo presidente de Renault, Jean-Dominique Senard, sería un candidato probable, pero Nissan está resistiéndose a dicho nombramiento, citando las preocupaciones que le provoca el “gran poder” que podría tener un mismo presidente para ambas compañías, uno de los cargos que Saikawa le hizo a Ghosn después de su arresto.
La fricción podría obstaculizar los deseos expresados por los gobiernos japonés y francés, así como por Saikawa y Senard, no solo para continuar con la alianza sino también para fortalecerla. Bajo el plan estratégico de la Alianza 2022 ideado por Ghosn, las compañías aumentarían los ahorros de costos de las operaciones compartidas y las economías de escala a u$s 11.300 millones anuales.
La desconfianza es profunda, aunque ambas partes no pueden evadirse de los óptimos resultados de 2018, donde Nissan, Renault y Mitsubishi, en conjunto, vendieron 10,76 millones de vehículos ligeros convirtiendo a la alianza en el mayor fabricante de autos del mundo, un escenario tentador que avala la proyección del grupo.
Las comunicaciones entre Renault y Nissan, reveladas en parte la semana pasada, sugieren una profunda desconfianza entre ambos socios: los abogados de Renault acusaron a Nissan de actuar en representación de los fiscales japoneses para obtener más información de los empleados de Renault, destacando que las acciones de Nissan eran "inconsistentes con el espíritu del acuerdo de alianza”, manifestando preocupaciones sobre el compromiso de la japonesa con la esencia de dicho acuerdo.
Todo esto en un marco que se conformó con Renault adquiriendo una participación del control de una Nissan con problemas en 1999, y que ahora posee el 43% de la automotriz japonesa, mientras que Nissan tiene el 15% de las acciones de Renault. Sin embargo, el gobierno francés es el accionista mayoritario en Renault, con algo más del 15%, y goza de doble derecho de voto en las juntas de accionistas. Mientras, Nissan y el gobierno japonés, han expresado durante mucho tiempo su preocupación por la posible influencia del estado francés sobre una compañía nacional.
A raíz del asunto Ghosn, en el que las supuestas irregularidades ocurrieron durante casi una década, Nissan se comprometió a revisar su gobierno, incluida una posible revisión de la composición de la junta, gestión que encuentra a Renault planeando un estudio similar bajo la tutela de Senard.
Lo último sobre el tema, trascendido en las últimas horas, es un posible compromiso que permitiría que Senard sea nombrado presidente, a cambio de que Renault reduzca su participación en Nissan y, posiblemente, el gobierno francés haga lo propio en Renault, aunque esta última instancia fue negada por el Ministerio de Finanzas francés que, según dijo, no consideraba tal movimiento.
Fuente: Automotive News.
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Renault, como socio controlador de la alianza con Nissan y Mitsubishi, esgrime que tiene el derecho de nombrar al próximo presidente de Nissan bajo el acuerdo-maestro de la alianza. Decisión que cuenta con el apoyo del gobierno francés, el mayor accionista de la automotriz francesa.
El nuevo presidente de Renault, Jean-Dominique Senard, sería un candidato probable, pero Nissan está resistiéndose a dicho nombramiento, citando las preocupaciones que le provoca el “gran poder” que podría tener un mismo presidente para ambas compañías, uno de los cargos que Saikawa le hizo a Ghosn después de su arresto.
La fricción podría obstaculizar los deseos expresados por los gobiernos japonés y francés, así como por Saikawa y Senard, no solo para continuar con la alianza sino también para fortalecerla. Bajo el plan estratégico de la Alianza 2022 ideado por Ghosn, las compañías aumentarían los ahorros de costos de las operaciones compartidas y las economías de escala a u$s 11.300 millones anuales.
La desconfianza es profunda, aunque ambas partes no pueden evadirse de los óptimos resultados de 2018, donde Nissan, Renault y Mitsubishi, en conjunto, vendieron 10,76 millones de vehículos ligeros convirtiendo a la alianza en el mayor fabricante de autos del mundo, un escenario tentador que avala la proyección del grupo.
Las comunicaciones entre Renault y Nissan, reveladas en parte la semana pasada, sugieren una profunda desconfianza entre ambos socios: los abogados de Renault acusaron a Nissan de actuar en representación de los fiscales japoneses para obtener más información de los empleados de Renault, destacando que las acciones de Nissan eran "inconsistentes con el espíritu del acuerdo de alianza”, manifestando preocupaciones sobre el compromiso de la japonesa con la esencia de dicho acuerdo.
Todo esto en un marco que se conformó con Renault adquiriendo una participación del control de una Nissan con problemas en 1999, y que ahora posee el 43% de la automotriz japonesa, mientras que Nissan tiene el 15% de las acciones de Renault. Sin embargo, el gobierno francés es el accionista mayoritario en Renault, con algo más del 15%, y goza de doble derecho de voto en las juntas de accionistas. Mientras, Nissan y el gobierno japonés, han expresado durante mucho tiempo su preocupación por la posible influencia del estado francés sobre una compañía nacional.
A raíz del asunto Ghosn, en el que las supuestas irregularidades ocurrieron durante casi una década, Nissan se comprometió a revisar su gobierno, incluida una posible revisión de la composición de la junta, gestión que encuentra a Renault planeando un estudio similar bajo la tutela de Senard.
Lo último sobre el tema, trascendido en las últimas horas, es un posible compromiso que permitiría que Senard sea nombrado presidente, a cambio de que Renault reduzca su participación en Nissan y, posiblemente, el gobierno francés haga lo propio en Renault, aunque esta última instancia fue negada por el Ministerio de Finanzas francés que, según dijo, no consideraba tal movimiento.
Fuente: Automotive News.
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