La marca coreana registró su primera caída trimestral debido a que sus ventas de vehículos cayeron en China, mercado clave de Hyundai, donde esta reportó una pérdida neta de casi u$s 115 millones en el trimestre que finalizó el 31 de diciembre del año pasado. No obstante que en el año las ventas subieron un 5%, las ganancias operativas disminuyeron un 35%.
Hyundai ha estado penando con la falta de modelos atractivos en China, su mayor mercado, donde las ventas de vehículos en 2018 se contrajeron por primera vez en más de dos décadas debido a la guerra comercial chino-estadounidense y la eliminación de impuestos.
También fue la sexta caída anual consecutiva de ganancias netas para Hyundai que, junto con su marca Kia, es el quinto fabricante de vehículos del mundo.
Hyundai culpó a la debilidad de las monedas de los mercados emergentes y al aumento de las inversiones, así como a los costos puntuales, como impuestos corporativos y otros, por los magros resultados, aunque espera que la rentabilidad mejore en 2019, sobre todo, gracias a sus nuevos modelos.
La marca coreana no fue el único fabricante que sufrió una desaceleración de sus ventas en China; días atrás, Ford también anunció una pérdida neta trimestral luego de que sus ventas en dicho mercado se desplomaron.
Las ventas de Hyundai en China cayeron un 23% en el cuarto trimestre y durante todo el año comercializaron 790.000 vehículos, bastante por debajo de su objetivo de 900.000 unidades y casi sin cambios respecto a las 785.000 de 2017.
La marca planea aumentar las exportaciones de sus fábricas chinas y también apunta a mejorar las ventas en ese país un 9% en 2019 de la mano de unidades como el Sonata Sedan, el SUV ix25 y de nuevos vehículos electrificados que, a partir de dos modelos actuales, elevaría la cifra a cinco vehículos con dicha impulsión.

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