Herramientas, máquinas de coser, molinillos de pimienta y café, bicicletas, el primer auto motorizado, los primeros vehículos fabricados artesanalmente y en serie, motos y el deporte-motor, en una historia de dos siglos condensada en una de las colecciones más completas del mundo, no solo de la movilidad, sino del servicio, atendiendo las necesidades de las personas. Semejante síntesis agrupada en un solo lugar, la localidad francesa de Sochaux, donde se exhiben piezas únicas del desarrollo industrial desde 1810 hasta nuestros días en un espacio de 6.000 m2. Y donde la polifacética y prolífica Peugeot suma a sus reconocidos vehículos las creaciones de su afamado Peugeot Design Lab, que acerca el futuro diseñando los helicópteros, yates, muebles, tranvías o pianos más exclusivos del mundo. Pero, además, Peugeot no se agota en la movilidad o la habitabilidad, tiene una vasta historia creativa detrás, reunida en parte en su ”Museo de la Aventura de Peugeot”, que recoge una de las muestras más completas que una compañía de automoción puede reunir hoy en día. Un repaso por la historia reciente del ser humano contada a través de la marca del león.
”El Museo de la Aventura…”, fue creado en 1982, cuando el presidente Pierre Peugeot, definió el trabajo de recolección de piezas históricas de la marca desde 1810 hasta nuestros días, y cuyo trabajo desembocó en la apertura de este espacio expositor seis años después.
Los primeros productos Peugeot.
La primera parte de los 6.000 m2 del museo está dedicada a productos de las primeras actividades de Peugeot antes de encarar la automoción: desde artículos laminados o cuchillas radiales, a la primer ‘Grand-Bi’ (mítica bicicleta con una rueda enorme delante y otra pequeña detrás), pasando por herramientas varias, molinillos de pimienta y café, máquinas de coser, etc. También se pueden observar los registros oficiales de Peugeot y sus gráficos de ventas en el año 1848, cuando la compañía se llamaba ‘Peugeot Frères’ (‘Peugeot Hermanos’).
Los vehículos pioneros.
La segunda parte habla de los pioneros, el período desde 1891 hasta 1904, en el que se encuentran los vehículos más antiguos del mundo, incluyendo el ‘vis-a-vis’ de 1891, el primer auto de la historia motorizado con nafta como combustible. En el período 1905-1918 se destaca el famoso ‘baby Peugeot’, del que se produjeron 3.000 unidades coincidiendo con el inicio de la producción industrial. Por último, del período entre 1919 y 1935 se puede contemplar el ‘Quadrilette 161’, digno representante de la fabricación en cadena de vehículos pequeños, una novedad por aquel entonces.

Los excesos de los ‘violentos años veinte’ se plasmaron en el ‘Landaulet 184’, un auténtico auto blindado. Y, por supuesto, el museo alberga los primeros modelos con nomenclatura solo con tres dígitos, ”santo y seña” actual de Peugeot, que se inició con la generación 1 y con el legendario 201 en los años ‘30, del que se produjeron 142.000 unidades.
La producción en masa.
La producción en gran serie coincide con los primeros coupés y cabriolets, en 1940, y con modelos accesibles para todo el público a partir de 1950. De hecho, si del Peugeot 402 se fabricaron tan solo 75.000 unidades, de su sucesor, el 403, se fabricarían más de 1,3 millones. El período comprendido entre 1950 y 1970 sería conocido en Peugeot como los ‘Treinta Años de Gloria’. Esta es la época del 203, el único modelo de la marca hasta 1955; del 404, que se convirtió en el símbolo de Peugeot en África y Sudamérica; y con la fabricación, ya llegando a la década de los ‘80, de la generación 5 y el auge del auto privado y familiar.
Los vehículos comerciales y temáticos.
El Museo de la Aventura de Peugeot guarda vehículos que van desde 1894 a 1990 destinados a transporte de bienes o de personal, distintas emergencias, bomberos, ambulancias o, incluso, destinados a uso militar. Entre estos modelos míticos destaca el DMAH de 1948.
Motos y bicicletas.
La configuración del espacio destinado a motocicletas y bicicletas también abarca más de un siglo, desde la ‘Grand-Bi’ de 1882 hasta la ST Scooter de 1987. En esta área también se pueden encontrar modelos de competición, como la moto poseedora del récord de 118 km/h en las 24 Horas de Montlhery de 1935 (Type 515) o la bicicleta con la que Bernard Thevenet consiguió ganar el Tour de Francia en 1977.
Deporte-motor.
La sección de competición se encuentra destacada, ya que entre los laureados modelos exhibidos están los campeones de las 24 Horas de Le Mans en 1992, 1993 y 2009, los famosísimos 905 y 908, y el doble campeón del mundo de Rally en 1985 y 86, el Peugeot 205 Turbo 16.
Por último, para todo aquel que lo desee, la visita al museo se puede completar mediante cita previa con un tour guiado por la fábrica del Grupo PSA en Sochaux, la mayor factoría automovilística de Francia.
La réserve Peugeot.
En Centre Terre Blanche se encuentran ‘Les Archives Peugeot’: uno de los archivos privados más grandes de Francia, donde se guarda toda la documentación, las fotos, los videos y hasta los autos de la historia de la marca. Por no ser estrictamente un museo, abre al público sólo un día al año (justamente, el que oficia de museo es el MUSEE DE L’AVENTURE PEUGEOT que queda a pocos kilómetros).
Además de la infinidad de archivos con fotos, documentos, afiches, etc, hay un galpón con estanterías hasta el techo. Ahí se guardan algunos de los autos más famosos de la historia de la marca como prototipos, vehículos especiales de películas y publicidades, autos de carrera y hasta un Peugeot 504 taxi porteño.

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