La Clave.
Una vez más, las órdenes de equipo, volvieron a empañar el resultado deportivo de una carrera de F1. Por más que esté claramente establecido en Mercedes-Benz que el equipo íntegro está apoyando la candidatura de Hamilton para lograr su quinto título mundial, nunca cae bien cuando, en aras de esto, estas órdenes alteran el resultado de una carrera.
En este caso, además, hubo agravantes que hicieron que, probablemente, haya sido más injusto que en otras ocasiones.
Ayer, Hamilton perdió la posibilidad de lograr la pole por un error propio al salirse de pista en un tramo clave, lo que fue impecablemente aprovechado por Bottas quien logró el mejor tiempo sin especulaciones.
Hoy, una largada impecable, mostró al finlandés liderar el pelotón sin oposición, inclusive luego del prematuro cambio de neumáticos (largaron con ultrablandos, que apenas resistieron competitivos poco más de 10 giros) y postergando a Hamilton y Vettel, en ese orden.
Para colmo, cuando le tocó parar a Hamilton, no estaban dadas las condiciones, ya que no llevaba la suficiente ventaja para quedar nuevamente adelante de Vettel cuando este volviera a pista luego de su propio recambio de gomas, un claro error del equipo…
Así fue que, con los neumáticos blandos para todos los protagonistas, el orden mostró a Verstappen al frente, que todavía no se detenía por gomas frescas, escoltado por Bottas, Vettel y Hamilton, teóricamente, los dueños del podio.
Hamilton tuvo que esforzarse para superar a Vettel, cosa que logró no sin que mediara una discutible maniobra del alemán, cerrándole ostensiblemente el paso en su primer intento, aunque cediendo luego cuando no le quedaba otro remedio más que impedirlo a través de un golpe.
Cuando las posiciones se estabilizaron, y aún con Verstappen líder, llegó la orden de Toto Wolff por el intercambio de posiciones entre sus dos pilotos y la carrera comenzó a ser sentenciada, ante los reclamos de Bottas, el mutismo de Hamilton y la sombra de la injusticia deportiva como marco, mal que le pese al beneficiado equipo Mercedes.
El Factor Humano.
Verstappen largó desde el último lugar en la grilla y, con 16 vueltas disputadas, encabezaba el GP de Rusia. Tamaña performance, podría atribuirse al excelente chasis Red Bull, al atrevimiento y condiciones del holandés o a la impecable estrategia del equipo austríaco.
Lo cierto es que la suma de todos esos factores, en mayor o menor medida, lograron que Verstappen “se hiciera” el mejor regalo en el día de su cumpleaños nº21 a través de una performance muy poco acostumbrada en la F1, más allá que su posición final (5º) fuera lo máximo a lo que podría haber aspirado en condiciones normales de carrera hoy en Sochi. Sin dudas, EL piloto del GP ruso.
La impotencia.
Pocas veces se vio en el año a Ferrari tan impotente frente a Mercedes. Lejos en clasificación, las posibilidades, sobre todo de Vettel, crecieron con el trámite de la prueba a través de dos únicos parciales: cuando Vettel resistió a Hamilton durante cuatro o cinco tramos del circuito, luego de haberlo aventajado en el recambio de neumáticos, hasta que cedió y luego, con Raikkonen, estableciendo buen ritmo de carrera para contener a Verstappen asegurándose el cuarto lugar. Demasiado poco para intentar coronar a uno de sus pilotos y menos para aspirar a ser el mejor entre los Constructores.
El elenco.
Gran trabajo de Charles Leclerc, cuya performance sigue en alza a partir de conocerse que en 2019 será piloto Ferrari. En este caso, a través de un ritmo firme pero, por sobre todas las cosas, sin cometer errores, ni hacer demasiadas concesiones a sus rivales a pesar de un medio mecánico que no es de primera línea. Esta demostración, probablemente, haya sido lo mejor que lograría Ferrari en Rusia: confirmar que no se han equivocado en su elección.
Performance parejas en Haas y Force India, con el aguerrido Magnussen (8º) superando a su compañero Grosjean (11º) y Ocon (9º) postergando a Pérez (10º), aunque en todos los casos a más de una vuelta de los protagonistas: todos sumaron, aunque la cosecha fue magra…
Decepcionaron.
Ayer puntualizamos lo triste que resultó ver a McLaren y Williams sin poder superar la Q1, algo que hoy se reiteró. Panorama al que se sumó el equipo Renault que, integrado ayer a la Q3, no salió a clasificar en esa sesión, prefiriendo preservar el caucho ideal para su estrategia en carrera. Sin embargo, hoy se notó que más allá del acierto o no de esta, los que no estuvieron a la altura de las circunstancias, fueron los autos. Sin velocidad, producto de que sus motores están lejos de ser los mejores del parque y tampoco acompañados por chasis a la altura, penaron lejos del protagonismo y sin brindarles oportunidades a sus pilotos.
Por último, ambos Toro Rosso-Honda abandonaron por problemas de frenos en la primera vuelta, un pésimo antecedente considerando que la próxima carrera –GP de Japón- se disputará el fin de semana que viene. Si no ocurre algo parecido a un milagro…

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