Max Verstappen obtuvo la primera victoria de la temporada 2018 en la carrera “local” de Red Bull a partir de la implosión de los Mercedes, candidatos indiscutibles, cuya debacle hizo posible un GP que si bien no fue emocionante, tuvo variadas alternativas.
El holandés postergó a las Ferrari de Raikkonen y Vettel, quien recuperó el liderato del campeonato, otra vez con un punto de ventaja sobre Hamilton y, además, el 2-3 de los autos de Maranello, le permitió a la marca pasar a liderar el Torneo de Constructores, ante la defección de los Mercedes de Bottas y Hamilton.
El autor de la Pole, Valtteri Bottas, dejó tempranamente la carrera con un problema de caja de cambios (vuelta 14), mientras que un grave error estratégico del equipo Mercedes, al no hacer entrar a cambiar neumáticos a Hamilton mientras que sus principales rivales lo hacía durante un período de VSC (Virtual Safety Car), le estropeó la carrera al británico, cuya ruina sería luego peor cuando una pérdida de presión de combustible lo condenó al definitivo abandono.
Con Bottas abandonado y Hamilton sin la ventaja suficiente sobre Verstappen, a la sazón 2º, Raikkonen, Ricciardo y su principal rival por el campeonato, Vettel, cuando llegó el turno del de Mercedes de entrar a boxes, perdió todo lo que magníficamente había logrando en ese primer rush. Volvió a pista en el 4º lugar y pronto demostró que la esperada recuperación no era posible, por el contrario…
Hamilton se vió beneficiado cuando Ricciardo fue a boxes con su goma trasera izquierda muy dañada, aunque luego debió ceder ante Vettel cuando su auto comenzó a tener un problema similar al del australiano.
La carrera de Hamilton duraría una docena de vueltas más, antes de que la pérdida de presión de combustible lo obligara al abandono definitivo. Lo que terminó con una racha de 33 carreras consecutivas en los puntos para Hamilton, cuyo último retiro fue cuando explotó el motor de su Mercedes en el GP de Malasia 2016.
La defección del principal candidato dejó abierto el destino de la carrera, ya que si bien Verstappen lideraba por media docena de segundos, tal como sucedió con el auto de su compañero, su propio Red Bull comenzó a mostrar deterioro en el neumático ubicado en el mismo lugar (TI), mientras que ambas Ferrari no parecían tener el mismo drama.
Allí, el holandés comenzó a rematar su triunfo con un gran trabajo que lo hizo mantener el ritmo, sin concederle demasiado a Raikkonen, y tratando con “mano de seda” la gestión de sus gomas.
Cosa que hizo hasta recibir el banderazo, logrando su cuarto G.P ganado y con solo 20 años convertido en algo mucho más que simplemente ”una promesa”.
Aunque lejos, a más de una vuelta, apareció el equipo Haas en pleno, con Grosjean 4º y Magnussen 5º alcanzando el mejor resultado en la incipiente historia de la F1 del equipo estadounidense.
Ocón y Pérez con los Force India aprovecharon el caos para ubicarse en 6ª y 7ª posición habiendo largado 11º y 15º, respectivamente. Postergaron al 8º lugar a un esforzado Fernando Alonso, que realizó gran carrera largando desde boxes, revirtiendo un fin de semana que había sido muy pobre en su comienzo.
Cerrando el marcador puntable, aparecieron por primera vez ambos Sauber-Ferrari, marca esta última, que colocó sus seis motores en los primeros 10 lugares, precisamente, en una pista “de motor” con Leclerc 9º y Ericsson 10º.

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